jueves, 21 de mayo de 2015

Efectos del control de la castidad masculina.

 Está probado científicamente que la sexualidad masculina está centrada casi exclusivamente en la zona genital. De la misma forma es un hecho que el hombre invierte varias horas al día excitándose y masturbándose, con lo que el conjunto de erecciones pueden ser varias a lo largo del día.
 Los beneficios de la incorporación de dispositivos de castidad masculina son muy beneficiosos para las relaciones de una pareja estable. En el mercado hay varios dispositivos que pueden usarse a tiempo completo o como método de juego más temporal, todo ello a elección de la pareja. Los requisitos que deben cumplir estos dispositivos son:
Debe impedir la erección del varón.
Debe ser cómodo y lo suficientemente discreto o poco aparatoso como pasar desapercibido debajo de la ropa
No debe impedir el resto de funciones fisiológicas
 Se debe limpiar perfectamente
Conviene poner testigos por ejemplo precintos de plástico,  de que no se ha intentado forzar y por supuesto una llave que corresponde tener a la mujer.
 Los beneficios deben ser explorados por la pareja, pero básicamente puedo resumirlos en los siguientes:
Supone una experiencia en muchos casos muy placentera para el hombre.
Por un lado conlleva la negación de su sexualidad, el control de los impulsos y el descubrimiento de nuevos tipos de sexualidad no basados en la genitalidad.
Según algunos expertos conlleva una serie de efectos colaterales deseables, como un crecimiento en grosor del pene y un mayor control en la erección. Además las erecciones son más fuertes y duraderas.
Para la mujer supone un gran poder el poseer la llave de la sexualidad de su pareja, y la seguridad de su fidelidad tanto física como mental. El hombre no tendrá pensamiento sino para la mujer que posee la llave de su universo. La mujer experimentará el placentero hecho de que alguien este pendiente de ella las 24 horas del día. Se pueden probar otros métodos de sexualidad. Se podrá practicar el sexo oral, de tal forma que la lengua del hombre estimula las zonas erógenas femeninas: cuello, pecho, vientre, clítoris, caderas, parte interna de los muslos y por supuesto los pies en toda su extensión, mientras lleva el dispositivo. Una de las zonas preferidas por las mujeres, además de los pies y el sexo, puede ser la zona perianal. La estimulación oral de esa zona puede llevar a la mujer a altas cimas de placer y a experimentar la agradable sensación de sentir como la lengua de su pareja va penetrando en un orificio tradicionalmente prohibido, es lo que se denomina "Ass Worship" Por último decir que constituye una alternativa para romper la monotonía que suele reinar en las parejas estables a lo largo de los años. Así pues os animo a las mujeres a que lleveis a la práctica el control de la castidad de vuestra pareja y pongais su aparato bajo llave.

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