viernes, 27 de noviembre de 2015

A 10 dias para los seis meses.

Por segunda vez en dos años consecutivos estoy a punto de alcanzar los seis meses de castidad total, seis meses sin ningún tipo de orgasmo ni negado ni arruinado. Mis  primeros seis, meses fueron el año pasado y finalmente acabaron con un orgasmo arruinado.

Verano con jaula
En charlas mantenidas con “Control de Castidad” se me indica que salvo que en este tema se sea muy purista los orgasmos arruinados no se considera que rompan la castidad, pues no son orgasmos totales y pueden ser necesarios para una correcta salud genital. Si esto es así, podría considerar que llevo prácticamente cuatro años en castidad, pues durante todo este tiempo he tenido algunos orgasmos negados (pocos) y varios arruinados, del orden de tres anuales o a lo sumo cuatro. El pasado año solo fueron tres, este año de momento solo llevo dos y creo que en estos me quedaré.
Al sol con la jaula.
La verdad aguantar estos seis meses, no ha sido nada fácil. La necesidad natural de eyacular que imagino todos experimentamos, los estímulos diarios, internet y sobre todo el hecho de ver a mi mujer disfrutar plenamente con sus amantes, ayudan y poco en el mantenimiento de la castidad que ella me solicitó. Pero esto es y debe ser así, es la decisión de ella, por supuesto consensuada y aceptada por mí con todas sus consecuencias.
Mi idea para esta segunda ocasión es continuar en este estado el mayor tiempo posible, salvo que mi esposa me indique que quiere proporcionarme un vaciado sin orgasmo por temas estrictamente de salud. Por descontado no me negaré, pues a nivel de sexo en nuestra pareja es ella quien toma todas las decisiones y en esta materia es quien decide  lo que hay que hacer y lo que no.
Al sol con la jaula.
Empezamos en esto cuando ella me indicó que quería seguir siendo pareja pero que ya no quería tener más sexo conmigo, aunque ella sí lo seguiría teniendo libremente. Normal y lógico, malo como amante y no muy dotado.
También me pidió que no me masturbara y que procurara no tener erecciones al menos delante de ella. En definitiva me quería como esposo, pero como esposo manso y domado, totalmente asexual.
Al final de estos años en dura castidad, a veces no ha sido nada fácil, he conseguido controlar totalmente las masturbaciones y las erecciones ante distintos estímulos, pero sigo sin controlar las erecciones nocturnas.
Cuando ella hace seis meses me proporcionó el último arruinado, quedó sorprendida y tuvo dos grandes satisfacciones, una cuando comprobó el tamaño de mi pene muchísimo mas pequeño que cuando era sexualmente activo (imagino por falta de uso) y otra cuando después de manosearme y estimularme no consiguió ponerlo erecto, de hecho preguntada por el tema me comento que algo se había agrandado y engordado pero que para nada tenia la fuerza suficiente para conseguir una penetración sencilla.
Minimo uso, maxima reducción.
En esta situación con una leve y floja erección y después de un largo rato de ordeño manual por su parte, eyaculé ligeramente sin orgasmo, para mi poco después de tan larga espera. Considerando ella que con esto vaciaba lo suficiente y que no necesitaba ningún frustrado más. En esta situación me encuentro a día de hoy.

Durante estos años no he usado cinturón de castidad, no me ha hecho falta, he sabido y podido controlar mis impulsos. Si me lo he puesto durante algún periodo de tiempo (pasado verano) ha sido más por el morbo de sentirme encerrado que por necesidad.
Actualmente estoy a la espera de recibir la jaula más pequeña que he encontrado en internet (incluye sonda uretral). La idea es usarla por la noche y conseguir eliminar definitivamente las erecciones nocturnas y matinales. Creo que con tan poco tamaño de jaula y la sonda lo conseguiré.

Bueno, ya os lo iré contando, experiencia, resultado, así como lo que ella opine y comente sobre mi castidad…

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