Por segunda vez en dos años consecutivos estoy a punto de
alcanzar los seis meses de castidad total, seis meses sin ningún tipo de
orgasmo ni negado ni arruinado. Mis
primeros seis, meses fueron el año pasado y finalmente acabaron con un
orgasmo arruinado.
Actualmente estoy a la espera de recibir la jaula más
pequeña que he encontrado en internet (incluye sonda uretral). La idea es usarla
por la noche y conseguir eliminar definitivamente las erecciones nocturnas y
matinales. Creo que con tan poco tamaño de jaula y la sonda lo conseguiré.
Verano con jaula |
En charlas mantenidas con “Control de Castidad” se me indica
que salvo que en este tema se sea muy purista los orgasmos arruinados no se
considera que rompan la castidad, pues no son orgasmos totales y pueden ser
necesarios para una correcta salud genital. Si esto es así, podría considerar
que llevo prácticamente cuatro años en castidad, pues durante todo este tiempo
he tenido algunos orgasmos negados (pocos) y varios arruinados, del orden de
tres anuales o a lo sumo cuatro. El pasado año solo fueron tres, este año de
momento solo llevo dos y creo que en estos me quedaré.
Al sol con la jaula. |
La verdad aguantar estos seis meses, no ha sido nada fácil.
La necesidad natural de eyacular que imagino todos experimentamos, los
estímulos diarios, internet y sobre todo el hecho de ver a mi mujer disfrutar
plenamente con sus amantes, ayudan y poco en el mantenimiento de la castidad
que ella me solicitó. Pero esto es y debe ser así, es la decisión de ella, por
supuesto consensuada y aceptada por mí con todas sus consecuencias.
Mi idea para esta segunda ocasión es continuar en este
estado el mayor tiempo posible, salvo que mi esposa me indique que quiere
proporcionarme un vaciado sin orgasmo por temas estrictamente de salud. Por
descontado no me negaré, pues a nivel de sexo en nuestra pareja es ella quien
toma todas las decisiones y en esta materia es quien decide lo que hay que hacer y lo que no.
Al sol con la jaula. |
Empezamos en esto cuando ella me indicó que quería seguir
siendo pareja pero que ya no quería tener más sexo conmigo, aunque ella sí lo
seguiría teniendo libremente. Normal y lógico, malo como amante y no muy
dotado.
También me pidió que no me masturbara y que procurara no
tener erecciones al menos delante de ella. En definitiva me quería como esposo,
pero como esposo manso y domado, totalmente asexual.
Al final de estos años en dura castidad, a veces no ha sido
nada fácil, he conseguido controlar totalmente las masturbaciones y las
erecciones ante distintos estímulos, pero sigo sin controlar las erecciones
nocturnas.
Cuando ella hace seis meses me proporcionó el último
arruinado, quedó sorprendida y tuvo dos grandes satisfacciones, una cuando
comprobó el tamaño de mi pene muchísimo mas pequeño que cuando era sexualmente
activo (imagino por falta de uso) y otra cuando después de manosearme y estimularme
no consiguió ponerlo erecto, de hecho preguntada por el tema me comento que
algo se había agrandado y engordado pero que para nada tenia la fuerza
suficiente para conseguir una penetración sencilla.
Minimo uso, maxima reducción. |
En esta situación con una leve y floja erección y después de
un largo rato de ordeño manual por su parte, eyaculé ligeramente sin orgasmo, para
mi poco después de tan larga espera. Considerando ella que con esto vaciaba lo suficiente
y que no necesitaba ningún frustrado más. En esta situación me encuentro a día
de hoy.
Durante estos años no he usado cinturón de castidad, no me
ha hecho falta, he sabido y podido controlar mis impulsos. Si me lo he puesto
durante algún periodo de tiempo (pasado verano) ha sido más por el morbo de
sentirme encerrado que por necesidad.
Bueno, ya os lo iré contando, experiencia, resultado, así
como lo que ella opine y comente sobre mi castidad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario