lunes, 1 de febrero de 2016

Castidad forzada

Soy de la opinión de que los cinturones de castidad no son necesarios para practicar la castidad, su uso debe ser sólo por morbo. En el hombre poder usar un CB (cinturón de castidad)es más un premio que un castigo. No tienen que hacer un esfuerzo mental de autocontrol, ya que el cinturón impide tocarse y masturbarse, y de esta manera les facilita la tarea del control del orgasmo masculino. Aunque su uso como juguete ofrece morbo, sensación de pertenencia hacía la persona que tiene la llave y determina sus orgasmos. El hombre con cinturón de castidad aspira a excitarse lo menos posible mientras lo lleva puesto, auque no ignora que habrá momentos en que su propia fisología masculina no le salvará de sus erecciones matutinas que de forma natural en un hombre sano se producen todos los días. El cinturón castiga con dolor e incomodidad si se tienen erecciones. Para la persona que controla supone un esfuerzo al tener también una seria dependencia y responsabilidad que no todos estan dispuestos a asumir si no tienen algún tipo de compensación o satifacción a cambio.
Valoro más un estado de castidad mental donde el hombre por sí mismo se autolimite a obtener placer sólo en presencia de su pareja y renunciando de manera voluntaria a masturbarse, si no es en presencia y permiso de su pareja. La castidad más valiosa para mí no es la impuesta por un candado físico, si no la del candado mental, que se da cuando el sumiso desea mantenerse casto para su pareja. Los cinturones de castidad para mí son objetos..., juguetes de uso temporal, poco a poco es mejor pasar a conseguir del hombre no sólo la castidad física si no la más valiosa, la mental. Y ésta se hace sin cinturón, con total disponibilidad de masturbarse por parte del hombre pero guardando su semen para su pareja.

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