jueves, 10 de noviembre de 2016

Finalmente, su esposa se decidió y le compró una falda

Finalmente, su esposa se decidió y le compró una falda, así completó su uniforme.
A partir de este día su transformación de marido a empleada a tiempo completo y asistente personal de su esposa, ahora iba a ser un arreglo permanente.
Su esposa le había encargado que retirara toda su ropa masculina de los armarios y los pusiera en bolsas, solo le dejo una poca en una maleta que se guardaba en el trastero fuera de la casa. Las bolsas de ropa fueron depositadas en los contenedores de ropa para caridad. A partir de entonces, incluso si hubiera querido salir de la casa al trastero no podría porque no tenia las llaves. No escapar de su control, no podía y no quería.
Acordaron que cada día tendría que levantarse a las seis, vestirse con el uniforme de criada y comenzar el día lleno de tareas domésticas, sirviendo a su esposa y siguiendo sus órdenes.
Cualquier fallo, desobediencia y si no cumplía con los altos estándares de su esposa, resultaría castigado por ella.

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