lunes, 9 de enero de 2017

Siempre vírgen. Castidad entre lesbianas. Sólo se corre ella.

Bueno, siempre he sido una chica lesbiana pura, y nunca he estado con un chico.
Siempre me han gustado los tatuajes y los piercing, de hecho tengo algunos tatuajes, y los pezones perforados, pero nunca me atreví con el piercing genital. Aunque eso cambió cuando conocí a Núria. Ella es una amante de los piercing, hace un par de años se hizo un piercing Cristina, y le encantaba. Básicamente, su clítoris recibe una gran cantidad de estimulación, y no necesito apenas ningún esfuerzo para llevarla al orgasmo cuando desciendo sobre ella.
Así fué cómo empezamos pensar en diferentes piercing y material e instrumentos que se pueden conseguir fácilmente online, y así encontré un artículo sobre la eliminación del clítoris. Nuria dijo, uf, esto me excita.
 - Te atreves ha hacerlo. Así que fue una gran una sorpresa su comentario. No me parecía muy radical, sino que era una especie de lo que estaba buscando - algo realmente extremo que pudiera impresionar a la gente, sin tener un bultito en la cabeza del clítoris. Hablamos un poco más, y nos pusimos de acuerdo en que investigar más sobre eso. No pudimos parar por mucho tiempo.
Nos excitaba sólo el pensando en ello, y terminamos haciendo el amor.
Nuria me mantuvo cerca del borde todo el tiempo, diciendo cosas como: te imaginas si no pudieras correrte nunca más. Sólo yo podría correrme para las dos y eso muy excitante. ¿Quieres renunciar a tus orgasmos para siempre?
Continuamos hablado de eso al día siguiente, y encontramos artículos de nuevo, hicimos un poco investigación. Al parecer, muchas mujeres todavía puede alcanzar el orgasmo después de la retirada del clítoris, por lo que realmente no iba a perder nada. Podría ser mucho más divertido.
Bueno no sé si ya estaba convencida o fué ella la que se las arregló para convencerme. Me dijo que había encontrado a alguien que estaba dispuesto ha hacermelo.
Acordamos una cita para un día del mes siguiente, así nos daba tiempo a meditarlo con calme.
Una cosa que todavía me preocupaba, era lo de si no podría correrme nunca más - pensaba que no sería justo-. Ya que yo nunca iba a dejar entrar un pene dentro de mí. Ni siquiera me atraía el uso de un vibrador dentro de mí. Soy virgen y mi himen está intacto, y yo quiero que permanezca de esa manera. Por lo que cualquier tipo de orgasmo interno no me lo planteo.
Nuria dijo que yo podría ser como, su gatita sexual, sólo para su placer. Bueno, me las arreglé para llegar con ella en un acuerdo. Si al final resultaba que yo no podría correrse nunca más, en un año, ella tendría que hacerlo tambien.
Era el día y el chico del bisturí había llegado a casa. En realidad dijo que lo haría muy barato, que era una especie de reto para él, siempre y cuando él pudiera hacer fotos, lo que nos asustó un poco. Resulta que él estaba un poco nervioso, pero no de miedo - sólo, que obviamente, eso de la eliminación de clítoris era como un ascenso en la categoría de los que se dedican a los piercing. La preparación del material que llevaba y la habitación donde si iba ha hacer el corte duró cerca de una hora. Él era bueno, una botella de betadine de 500 ml, y cantidad de marcaına de anestésico, para asegurarse de
que no sintiera ningún dolor. Él nos dijo que sólo iba a retirar el clítoris y su capucha, que sería bastante fácil.
Estaba bastante nerviosa y asustada, mi corazón corría como a mil por hora, algo así como cuando recibes tu primera inyección, pero mucho peor. Tenía que esperar 15 minutos antes de empezar, y tuvo que volver a inyectar un poco más marcaına sólo para asegurarse. Casi me acobardó, pero Nuria me cogió la mano y me convencio de que siguiera, que todo terminaría pronto. Así que no me sentía nada, ví como utilizaba un bisturí esterilizado y empezó cortando primero por la izquierda y luego por el lado derecho de la capucha - y se fué!
Ví el corte de mi clítoris, toda desnuda, con un espejo antes de que él cogiera unas pinzas para tirar de él hacia arriba y sujetar la base. Nuria aguantaba el espejo para que lo pudiera ver. Creo que mi corazón se detuvo, era casí como un sueño. Hubo una cantidad de sangrado cuando retiró las abrazaderas, pero lo cosió todo muy rápido, y dejó que Nuria me limpiara con una solución salina o algo así.
Luego nos fuimos a celebrarlo, a pesar de que no se recomienda beber después de cirugía. Yo sentía que necesitaba una bebida, todavía estaba muy nerviosa.
No se pude hacer el amor durante una semana o así, pero sorprendentemente no estaba apenas dolorida. Me preocupaba si esto podría causar molestias cuando haciera pis, pero todo estaba bien. Después 10 días de curación, no tenía ninguna molestia, y decidimos experimentar con mi nuevas sensaciones. Hicimos el amor esa noche, y fue ....interesante. Definitivamente notaba que algo me faltaba. Eso me asustó un poco. Después de un par de meses ya no pensamos en mis orgasmos.
El sexo me da un montón de diversión, me siente muy bien tener mi coño lamido, y todavía me excito, y me pongo humeda, aunque no tengo orgasmos. Lo sorprendente es que no me importa tanto. Yo puedo permanecer mojada mientras Nuria es la única que se corre. Para compensar el hecho de que no consigo llegar al orgasmo, ella me da masajes, me gusta llegar a tope con masajes sensuales y jugando con mis pezones. Estamos más o menos instaladas en esta rutina, y definitivamente no hacemos queremos retirar el clítoris de Nuria ahora.
Al año decidí hacerme un tatuaje para conmemorar la ocasión. Tengo un tatuaje justo por encima de mi extirpado clítoris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario