lunes, 20 de febrero de 2017

Mi nueva profesión - parte 1

Durante la recesión que ocurrió en el país hace un par de años, en la empresa en la que trabajaba y tenía un muy buen ingreso, llegó el día de obligatorio recorte de personal y por supuesto suprimieron los cargos de mayor asignación salarial, obtuve una buena indemnización, por lo que me pude dar el lujo de estar cesante algunos meses mientras la situación mejoraba un poco y pudiera encontrar un nuevo empleo que llenara mis expectativas salariales. Mientras tanto mi esposa aún conservó su empleo, no tenía un ingreso tan alto como el mío, pero era suficiente para sus gastos, ya que con el dinero que recibí al momento de quedar cesante tendríamos una buena temporada cubierta de los gastos del hogar, no teníamos hijos aún y no había planes por el momento ya que sólo teníamos un escaso año desde nuestro matrimonio. Mientras Daniela trabajaba yo me dedicaba a algunas labores en la casa, pues al quedar cesante decidimos despedir a nuestra empleada del hogar para no derrochar dinero innecesariamente. Yo no lo hacía todo en la casa, sólo limpiar un poco y adelantar algo en la cocina, pues no tenía mucha idea de cocinar, entonces mi esposa llegaba en las noches y preparaba lo que comeríamos al día siguiente y terminaba de limpiar. La mayoría del tiempo me quedaba en casa, aunque algunas veces salía a cerrar algún negocio pasajero, lo cual me representaba un poco de dinero extra. Daniela no sabía que yo pasaba tanto tiempo en casa, pues no quise que se molestara pensando que me había vuelto un perezoso.

Luego de 3 meses desde que me despidieron estaba en casa una tarde después de llegar al medio día de hacer un negocio bastante jugoso, almorcé con Daniela y la llevé a su trabajo y regresé a casa para pasar por ella al final de la tarde, me preguntó qué iba a hacer el resto del día y le dije que tenía que visitar a un cliente para un nuevo negocio, una pequeña mentirilla ya que no quería que me reclamara por estar en casa y no ayudarla lo suficiente con las labores. Como cada tarde me dispuse a sentarme al frente de mi computadora para buscar algunas páginas en internet sobre un tema que me hacía poner loco de excitación, la dominación femenina era algo que hacía que mi pene reaccionara de forma muy notable. La mayoría de las veces terminaba masturbándome y algunas veces fantaseando con ser obligado a usar algunas prendas femeninas y sirviendo como una doncella francesa a una Ama autoritaria y sus amigas, producto de los relatos que encontraba en la web. Varias veces, sintiéndome sólo en casa tomé unas bragas y alguna vez también un sujetador de mi esposa para masturbarme con estas prendas acariciando mi cuerpo. Bueno, pues en esas estaba esa tarde cuando inesperadamente Daniela entró en nuestra habitación, pues se había sentido un poco indispuesta y le dieron permiso para salir más temprano para la casa. Sus ojos parecían dos platos de sopa cuando me encontró vistiendo sus prendas y masturbándome. Su enojo fue monumental, seguido de un desconsolado llanto. Yo sentí que el mundo se abría a mis pies y deseé que me tragara la tierra. Nunca esperé que fueras un marica, me dijo Daniela, no me dió la oportunidad de explicar, bueno si aún había algo para explicar, cuando me propinó una fuerte bofetada que por poco me tira al suelo. Esa noche fue a dormir a casa de su mejor amiga y yo quedé en el peor de los mundos, mi matrimonio estaba a punto de colapsar por mis fantasías de sumisión y mi imagen quedaría vuelta añicos frente a la amiga de Daniela y quien sabe cuántas personas más. Confundido como estaba la llamé varias veces a su móvil para hablar con ella, pero me rechazó las llamadas, por lo que decidí esperar al día siguiente para buscarla y explicarle lo que sucedía. Muy temprano fui a casa de Angela a buscarla, aún Daniela no salía para su trabajo cuando toqué la puerta del apartamento de su amiga, cuando Angela abrió la puerta me miró como si fuera el peor de los delincuentes, en eso Daniela salió a mi encuentro y me dijo que si quería hablar de lo que había pasado tendría que esperar hasta el fin de semana y que en los 3 días que faltaban para ese momento no quería saber absolutamente nada de mí. Desconsolado, sabiendo que todo era mi culpa, acepté las condiciones de Daniela y regresé a nuestra casa, solitaria y completa fría sin ella; cómo pude ser tan idiota de hacerle eso a mi querida esposa ? En qué momento perdí la noción de las cosas confundiendo mis fantasías con mi vida real ? Estaba decidido a recuperar a Daniela, no importando lo que tuviera que hacer para tenerla de nuevo a mi lado, la amo profundamente y no sería capaz de vivir sin ella, pensé en ese triste momento.

Llegó el ansiado día, por lo menos para mí, el viernes en la noche inesperadamente mi esposa entró a la casa y afortunadamente no se repitieron las circunstancias de mediados de la semana. Le ofrecí una copa de vino para sentarnos a hablar sobre lo que había pasado y lo que pasaría de ahora en adelante en nuestra relación, que hasta ese momento marchaba bien, o al menos eso creía yo. Daniela me dijo que no quería explicación alguna sobre lo que había sucedido pues hacia varios días había visto el historial del navegador y ya sabía qué era lo que hacía mientras ella se dedicaba a trabajar, de hecho aquel día no estaba indispuesta sino que había regresado temprano porque quería encontrarme con las manos en la masa como efectivamente sucedió. Obviamente fue muy duro para ella encontrarme con sus prendas interiores, esto no era lo que esperaba, pues ella sólo tenía sospechas de que mi mal desempeño en la cama de los últimos meses se debía a que me estaba masturbando a sus espaldas. Al verme vestido de esa forma pensó en dejarme, pero su amiga, quien le había estado aconsejando lo que debía hacer para evitar mi costumbre de masturbarme, le dijo que los planes que tenían para mí tendrían un nuevo impulso conociendo mis gustos por su ropa interior. De manera que habían estado planeando la forma de evitar mis malos hábitos y lograr que ayudara mucho más con las labores del hogar hasta que consiguiera un buen empleo. Lo que me planteó Daniela no me lo esperaba, me dijo que ya que me gustaba vestirme con su ropa, a partir de ahora ella se encargaría de manejar financieramente el hogar, por lo que me pidió trasladar todos los fondos de mis cuentas a su nombre, con su ingreso mensual y mi dinero administraría eficientemente los gastos de ahora en adelante y yo me dedicaría única y exclusivamente a tener la casa como un espejo y debía hacer un curso de cocina. Para evitar que me escapara de casa, toda mi ropa masculina sería donada a una fundación, sólo dejaría un juego de ropa para alguna cita médica, ya que sería la única ocasión en que podría vestir así, pero esta ropa estaría siempre bajo llave, que lógicamente ella conservaría. El resto del tiempo tendría que usar únicamente ropa femenina como la doncella francesa que soñaba ser en mis fantasías. No fui capaz de articular palabra alguna al escucharla, no me parecía justo, pero tampoco estaba en condiciones de protestar si quería recuperarla, ya se le pasará el enojo, pensé para mis adentros. Al día siguiente hicimos el traslado de los fondos a su cuenta y me llevó a comprar algunas cosas. Lo primero que visitamos fue una tienda de lencería femenina donde escogió varios conjuntos de ropa interior femenina, medias y algunos ligueros, estarás divina, fue lo único que me dijo en medio de la tienda. Luego fuimos a una tienda fetichista y compró algunos vestidos de sirvienta, creí morir de vergüenza cuando me dijo que debía medirme cada uno de ellos para asegurarnos de que no desperdiciaría el dinero en prendas que no me quedaran bien. Al salir de allí fuimos a comprar zapatos femeninos, visitamos varios almacenes donde me hizo medir muchos modelos y yo tenía la cara roja de vergüenza, esto va demasiado en serio, le dije a modo de reclamo, pero me recordó que había sido mi culpa lo que estaba sucediendo y si no aceptaba sus condiciones me pediría el divorcio sin ocultar las verdaderas razones para su decisión y lo publicaría en todas sus redes sociales, por lo tanto estaba en sus manos porque quien querría contratar a alguien para servicio al público con la fama que tendría si se llegaba a conocer lo que había sucedido esa tarde en mi casa ??, Además de que mis amigos conocerían mis gustos de vestir poco convencionales.

Con nuestro vehículo lleno de las compras que habíamos hecho a lo largo del día, nos dirigimos a casa a recoger mi ropa masculina, de nuevo le supliqué reconsiderar su decisión pero fue inflexible y empacó todas mis prendas en bolsas para llevarlas a donar. No me permitió acompañarla y me ordenó quedarme en casa pues había mucho por limpiar y ya que tenía tanta ropa, me dijo que escogiera un buen conjunto interior y uno de los vestidos de chacha así como los zapatos para dedicarme a dejar la casa limpia pues no quería llegar y encontrar desorden. Cuando regresara, Daniela a casa traería la cena mientras yo completaba el curso de cocina que debía comenzar el lunes.

Cuando mi esposa regresó a casa ya tenía casi todo limpio, sólo me faltaba limpiar un poco las ventanas porque no había querido exponerme vestido de esa forma. Me dijo que debía limpiarlas antes de ir a dormir, pero por ahora quería verme en nuestra habitación en un par de minutos. Lo que sucedió entonces marcaría mi vida para siempre, de una pequeña cajita sacó un pequeño artículo de metal que rápidamente cerró en mi pene con un candado después de bajar mis bragas, puso las llaves en la caja fuerte temporizada que había comprado hacia casi un año y la programó para abrirse 30 días después. Ahora ya podrás dedicarte a limpiar y tener todo ordenado sin perder tu tiempo masturbándote, dijo Daniela, su sonrisa triunfal me dejó devastado. Me puso de nuevo las bragas en su lugar y me ordenó ir a limpiar los cristales de las ventanas. Apenas pude caminar pues mi vida como la conocía ahora era historia, mis fantasías se habían apoderado abruptamente de mi realidad. Como pude limpié las ventanas esperando que nadie me viera vestido así. Cuando termines vienes a la habitación, me dijo en un tono autoritario, tengo otra sorpresa para tí. Entré a la habitación matrimonial como quien entra a la cámara de gases para cumplir la sentencia de muerte. Estaba desesperado y de nuevo le supliqué de rodillas que me perdonara, pero todo fue en vano. Saco una bolsa del closet y me pidió desnudarme dejando mi ropa interior, en bragas y sujetador me acerqué a ella y me entregó un camisón de dormir, este será mi regalo de iniciación a tu nueva vida, Daniela se había tomado muy en serio mi nuevo papel en el hogar. Póntelo y vamos a dormir que mañana madrugas a preparar mi desayuno y luego tienes que clase, me dijo en todo burlón.

Mi humillación apenas comenzaba pues debería asistir todas las mañanas al curso de cocina en que me había inscrito Daniela. Debería ir con mi nueva ropa, aunque no con el vestido de sirvienta, podría usar unos jeans, que aunque femeninos, por lo menos eran pantalones, completando mi atuendo con una blusa que si bien era de mujer, no parecía demasiado evidente, aunque sí marcaba un poco el sujetador, también podría ir con zapatillas deportivas, obviamente femeninas, rosadas para más señas y mis bragas.

En cuanto Daniela salió para el trabajo debería salir también yo para el dichoso curso, pero el pánico se apoderó de mí y antes de salir me quité el sujetador pues se haría demasiado evidente y todos notarían su presencia abrazando mi pecho. Prefería que pensaran que llevo algunas prendas muy unisex a que me vieran vistiendo una prenda tan exclusivamente femenina. Cuando regresé del curso, ví el auto de Daniela en la entrada de nuestra casa y mi corazón dió un vuelco, regresó temprano y me estaba esperando en la sala de la casa con el sujetador que tendría que tener puesto ese día. Me reclamó y me dijo que como castigo por mi falta de respeto con ella que me había dado una segunda oportunidad, extendería mi obligada castidad un par de semanas más y se aseguraría de que eso no volviera a ocurrir. Antes de regresar al trabajo después del almuerzo, me dejó tarea pendiente que debía terminar para cuando ella regresara en la noche. Todos mis sujetadores deberían ser modificados por mí, colocando un par de aros en el cierre para colocar un candado y hacer imposible que me los pueda retirar sin su permiso.

La clase siguiente casi no aprendí nada, abochornado por la humillación que sentí al vestir estas prendas para salir a la calle y compartir con tantas mujeres en el curso, noté como se miraban entre ellas y hacían señas para resaltar a sus compañeras mi sujetador. Daniela era implacable en mi formación como empleada del hogar y cada noche examinaba con lupa el resultado de mi trabajo del día y también evaluaba lo aprendido en el curso de cocina.

Terminé el curso y ya hacía todo en casa, perdí la esperanza de que mi esposa cambiara su decisión de cumplir con mi fantasía y de paso ahorrar algún dinero en una empleada del hogar. Ahora para Daniela era la chacha y así tenía que servirle a sus amigas cuando se reúnen en casa para jugar cartas y tomar café. Solo me permite retirar la jaula de castidad una vez al mes, aunque casi nunca me permite tener un orgasmo, ya que nuestras relaciones sexuales se reducen a usar mi lengua para darle placer y mi culo con un gran consolador que pone en un arnés para penetrarme cada vez que lo desea. Irónicamente una fantasía con la que me masturbaba como un loco, ahora que se ha convertido en una realidad, llega con la restricción total de mis orgasmos y también mis erecciones. Amo a mi esposa y sé que también me quiere, no hemos hablado nunca de separarnos, siento que ella es feliz y yo a mi manera, por ahora también lo soy, y digo por ahora porque Daniela tiene la decisión de llevarme a vivir la total realidad de mis fantasías, no sé qué más tenga en mente, lo único que sé es que lo único que conservé de mi anterior vida fue a ella, Daniela, mi querida esposa a la que a pesar de todo lo sucedido, amo profundamente. 

Continuará (si los lectores así lo desean).

AndyG

3 comentarios:

  1. Guau!!!
    Te lo has currao!!!
    Me he quedado con las ganas de mas!!!

    ResponderEliminar
  2. Guau!!!
    Te lo has currao!!!
    Me he quedado con las ganas de mas!!!

    ResponderEliminar
  3. Por favor continua me dejaste con las ganas de saber que pasa

    ResponderEliminar