martes, 21 de marzo de 2017

Follando en castidad.

Ella sabía que era lo que quería - cuando le preguntó por última vez, antes de que él se la metiera-, ella asintió.

La oficina era el lugar perfecto - la luz brillante a través de las ventanas, en la hora del almuerzo.

Perfecto.

Amaba a su marido.

Él era maravilloso, responsable y trabajador, y sería un gran padre, pero no era lo que quería como el verdadero padre de sus hijos. Ella había conocido en la oficina a Markus hacía casi un año.

Él  hizo con su cuerpo lo que nunca nadie había hecho. Sólo podía llegar al clímax con su marido, cuando se imaginaba que era Markus.

Markus nunca sería el hombre para mantener a sus hijos, pues no tenía el nivel económico de su marido. Pero él era el hombre que le daría a su primer hijo. A medida que la llevaba lentamente con cada golpe.

El plan era sencillo iba a dejarla embarazada y lo iba a grabar en vídeo con la webcam del ordenador.

Dejo de tomar la píldora hacía más de un año, le vino de perlas cuando su marido le pidió que empezara a controlar su castidad. Ella empezó encerrando a su marido con un cinturón y dandole sólo orgasmos arruinados y sexo oral con sólo manos y boca. Su cuerpo estaba reservado para Markus. Cuando él se corrió sintió la electricidad. Ese primer clímax era para hacer un bebé.

Los próximos polvos sería para su placer. Markus sonrió mientras le ponía el pene es su boca después de eyacular.

Follar la mujer de otro era la sensación más intensa que jamás había conocido.

Al final le dijo, !limpia la mesa, has derramado una gota!


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