Una de mis versiones del cielo.

Si quieres que un hombre adore desinteresadamente tu coño, y que te sirva a todos sus deseos egoístas, entonces necesitas establecer que tienes ese derecho desde el comienzo de la relación con él. El ser negado mientras que tú consigues lo tuyo, y que su placer no es prioritario, es mejor que él lo aprenda desde el primer momento. Así tú puedes disponer de él cuando te venga en gana. Y él debe saber esperar ese momento en que a tí te entran ganas, y cuando llegue el momento en que te pongas encima de él, y tu coño se acerque a su cara, él estará deseoso de adorarte, esta es una de mis versiones del cielo.