Hola Control!
Ante todo queremos agradecerte tu
blog, ya que nos ha inspirado desde hace mucho tiempo. Querría colaborar
con el blog compartiendo un poco de nuestra historia, pero al principio
dudamos si será del tono adecuado. La razón es que mientras que siempre
encontramos material sobre situaciones "extremas" de castidad, y es lo
más común en el blog, no es fácil leer sobre dinámicas menos
comprometidas o quizá con menos "aliños" por decirlo de alguna manera.
Por otra parte, también pensábamos que quizá eso eche atrás a algunas
personas sobre esta maravillosa experiencia, por lo que hemos decidido
enviarte una breve descripción de nuestra dinámica y dejar a tu criterio
si es buena elección o no. En cualquiera de los casos, gracias por
tomarte el tiempo de leer la pequeña redacción que sigue, escrita por mi
novio C. Saludos!
----
Soy
C, y escribo esta pequeña historia a sugerencia de mi novia E. En este
momento llevo cuatro días sin eyacular, estimulado diariamente, y quedan
otros cuatro más (al menos). La llegada a esta situación no ha sido
espectacular, quizá tampoco emocionante, aunque para nosotros fue
excitante y llena de amor.
Desde que la
conozco, a mi novia siempre le ha gustado que me reserve para ella y que
eyacule de forma abundante. Cuando me masturbaba no mostraba que le
importase, pero yo intentaba evitarlo porque, por supuesto, quería
complacerla. Más o menos en febrero de este año, charlando en la cama,
accedí de buen grado a aguantarme durante algunos días determinados a
petición suya, para poder verme excitado. Ella, tan correcta y
controlada, tenía los ojos brillantes y una sonrisa apenas disimulada
apenas pensando en ello. Acariciaba mi entrepierna intensamente,
jugueteando con lo que ahora era casi su propiedad.
Estos
días jugaba con mis testículos casi todos los días y notaba como
engordaban y se endurecían, cosa que la excitaba tremendamente. Jugaba
con las gotas que salían descontroladas de mi verga y disfrutaba mis
lentos empujones cuando rodeaba mi polla con la mano durante breves
segundos para después volver a manoseármelos, cosa que me hacía gemir de
placer y sufrimiento a partes iguales. Era difícil al principio, pero
merecía la pena para montarla prácticamente sin control cuando llegaba
el día y correrme como un caballo dentro de ella, o sobre su boca
entreabierta con una amplia sonrisa de excitación.
Todo
esto no era una dinámica constante ni desplazaba otras cosas, sino que
ocurría quizá un par de veces al mes, alguno ninguna y otros todas las
semanas. Agosto, cuando estábamos los dos de vacaciones, fue el más
duro, pero también muy satisfactorio. Después de unos meses no es tan
duro estar una o dos semanas sin eyacular, se notan las ganas de
descargar pero la costumbre facilita pensar en otras cosas.
Fue
en verano también cuando descubrió el blog de control, me lo enseñó y
empezamos a poner algunas cosas en práctica que nos provocaban
curiosidad o nos excitaban. El primer cambio, por supuesto, fue
considerar una jaula de castidad. De esto me ocupé yo, y aunque aún no
he encontrado una perfecta tenemos algunas que nos sirven para distintas
situaciones. Más adelante entraré en detalles sobre la jaula, pero sí
puedo decir que no es, ni tampoco pretendemos, de uso constante.
Leyendo
y experimentando descubrió que penetrando mi culo mientras manoseaba
mis testículos me excitaba más, me resultaba algo más fácil aguantar sin
eyacular y mis eyaculaciones eran mucho más violentas y satisfactorias,
además de excitarla como nunca la había visto. El siguiente paso fue
adquirir, y usar frecuentemente, un arnés con un dildo que tuvimos que
aumentar de tamaño a la semana.
Por ahora el
máximo que he estado sin correrme son quince días, estimulado
diariamente, y fue espectacular. Normalmente estoy de 3 a 7 días sin
correrme, mientras ella estimula y masajea mis huevos a diario y
follándome con el strapon dos o tres veces (según circunstancias
personales, claro). Durante esos días, no puedo tocar mi pene pero sí
masajear mis huevos o follarme el culo, siempre sin eyacular, por
supuesto.
Con respecto a la jaula los dos
teníamos claro que un uso constante era excesivo e innecesario ya que
obedezco sin problema la orden de no tocarme, y nos parecía más
divertido usarla a discreción de E en situaciones determinadas. Llevarla
por la noche al dormir supondría una incomodidad sin sentido ya que
frente a ella no voy a masturbarme salvo que me lo pida, además de
evitar las erecciones nocturnas que mantienen la salud del pene, por lo
que por ahora se ha descartado. Sin embargo tengo dos jaulas que uso
puntualmente cuando me lo ordena:
Una de
silicona de color rosa: la usamos a veces cuando me folla con el
strapon, y casi todos los días cuando me ordena desnudarme de cintura
para abajo y estar así en casa dando vueltas y haciendo de todo, ya que
le gusta verme así, desprotegido y bajo control.
Otra
metálica que he usado en pocas ocasiones cuando estaba fuera de su
control: una vez fue durante una semana en la que estuve en casa de baja
por una lesión, ella me la colocaba por la mañana al irse a trabajar y
me la quitaba por la tarde al volver (fue muy excitante y me gustaría
poder repetirlo más). Otra vez quedé con un grupo de amigas del colegio
(todas chicas) y tuve que ir enjaulado y enviarle un par de fotos
durante la noche. Al llegar a casa tenía el arnés puesto, y después de
asearme sin quitarme la jaula me folló con él durante bastante rato y
con mucho ánimo... Me ha dejado claro que esta experiencia se va a
repetir sin duda alguna y espero que no se retrase mucho :-) .
En
definitiva, me corro sólo cuando ella me lo permite y donde ella desea,
y me mantiene excitado con masajes de testículos y pegging. Este es un
resumen de nuestro descubrimiento de la castidad en la pareja. Es aún
algo nuevo para nosotros, por lo que sin duda la dinámica cambiará y
evolucionará, pero nuestro deseo es compartir nuestra experiencia para
que aquellos que albergan dudas o miedos sean conscientes de que los
relatos o vídeos pueden ser sólo inspiración, que no todos tienen por
qué ser imitados, y que la paciencia y la diversión son primordiales al
menos al principio.
Gracias a Control, a los lectores de blog y a mi amada E
----
No queremos extendernos mucho más, espero que te guste nuestra historia y que la uses en el blog si te parece bien. ¡Besos!
Me siento muy identificado con esta entrada describiendo una castidad real, sin excesos y sana.
ResponderEliminarSi que es verdad...y que disfrutan los dos..que es lo importante.
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia. Nosotros somos una pareja que empezamos con esto de la castidad hace aproximadamente un año. Aún en formación y definiendo los limites de una relación FemDom. Muy lindo ver que cada pareja lleva la castidad hacia el lugar que mas les gusta. Me encantó su relato. Saludos!
ResponderEliminar