domingo, 10 de diciembre de 2017

Experiencias con la castidad....

Hola Control!

Ante todo queremos agradecerte tu blog, ya que nos ha inspirado desde hace mucho tiempo. Querría colaborar con el blog compartiendo un poco de nuestra historia, pero al principio dudamos si será del tono adecuado. La razón es que mientras que siempre encontramos material sobre situaciones "extremas" de castidad, y es lo más común en el blog, no es fácil leer sobre dinámicas menos comprometidas o quizá con menos "aliños" por decirlo de alguna manera. Por otra parte, también pensábamos que quizá eso eche atrás a algunas personas sobre esta maravillosa experiencia, por lo que hemos decidido enviarte una breve descripción de nuestra dinámica y dejar a tu criterio si es buena elección o no. En cualquiera de los casos, gracias por tomarte el tiempo de leer la pequeña redacción que sigue, escrita por mi novio C. Saludos!

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Soy C, y escribo esta pequeña historia a sugerencia de mi novia E. En este momento llevo cuatro días sin eyacular, estimulado diariamente, y quedan otros cuatro más (al menos). La llegada a esta situación no ha sido espectacular, quizá tampoco emocionante, aunque para nosotros fue excitante y llena de amor. 

Desde que la conozco, a mi novia siempre le ha gustado que me reserve para ella y que eyacule de forma abundante. Cuando me masturbaba no mostraba que le importase, pero yo intentaba evitarlo porque, por supuesto, quería complacerla. Más o menos en febrero de este año, charlando en la cama, accedí de buen grado a aguantarme durante algunos días determinados a petición suya, para poder verme excitado. Ella, tan correcta y controlada, tenía los ojos brillantes y una sonrisa apenas disimulada apenas pensando en ello. Acariciaba mi entrepierna intensamente, jugueteando con lo que ahora era casi su propiedad.

Estos días jugaba con mis testículos casi todos los días y notaba como engordaban y se endurecían, cosa que la excitaba tremendamente. Jugaba con las gotas que salían descontroladas de mi verga y disfrutaba mis lentos empujones cuando rodeaba mi polla con la mano durante breves segundos para después volver a manoseármelos, cosa que me hacía gemir de placer y sufrimiento a partes iguales. Era difícil al principio, pero merecía la pena para montarla prácticamente sin control cuando llegaba el día y correrme como un caballo dentro de ella, o sobre su boca entreabierta con una amplia sonrisa de excitación. 

Todo esto no era una dinámica constante ni desplazaba otras cosas, sino que ocurría quizá un par de veces al mes, alguno ninguna y otros todas las semanas. Agosto, cuando estábamos los dos de vacaciones, fue el más duro, pero también muy satisfactorio. Después de unos meses no es tan duro estar una o dos semanas sin eyacular, se notan las ganas de descargar pero la costumbre facilita pensar en otras cosas.

Fue en verano también cuando descubrió el blog de control, me lo enseñó y empezamos a poner algunas cosas en práctica que nos provocaban curiosidad o nos excitaban. El primer cambio, por supuesto, fue considerar una jaula de castidad. De esto me ocupé yo, y aunque aún no he encontrado una perfecta tenemos algunas que nos sirven para distintas situaciones. Más adelante entraré en detalles sobre la jaula, pero sí puedo decir que no es, ni tampoco pretendemos, de uso constante.

Leyendo y experimentando descubrió que penetrando mi culo mientras manoseaba mis testículos me excitaba más, me resultaba algo más fácil aguantar sin eyacular y mis eyaculaciones eran mucho más violentas y satisfactorias, además de excitarla como nunca la había visto. El siguiente paso fue adquirir, y usar frecuentemente, un arnés con un dildo que tuvimos que aumentar de tamaño a la semana.

Por ahora el máximo que he estado sin correrme son quince días, estimulado diariamente, y fue espectacular. Normalmente estoy de 3 a 7 días sin correrme, mientras ella estimula y masajea mis huevos a diario y follándome con el strapon dos o tres veces (según circunstancias personales, claro). Durante esos días, no puedo tocar mi pene pero sí masajear mis huevos o follarme el culo, siempre sin eyacular, por supuesto.

Con respecto a la jaula los dos teníamos claro que un uso constante era excesivo e innecesario ya que obedezco sin problema la orden de no tocarme, y nos parecía más divertido usarla a discreción de E en situaciones determinadas. Llevarla por la noche al dormir supondría una incomodidad sin sentido ya que frente a ella no voy a masturbarme salvo que me lo pida, además de evitar las erecciones nocturnas que mantienen la salud del pene, por lo que por ahora se ha descartado. Sin embargo tengo dos jaulas que uso puntualmente cuando me lo ordena:

Una de silicona de color rosa: la usamos a veces cuando me folla con el strapon, y casi todos los días cuando me ordena desnudarme de cintura para abajo y estar así en casa dando vueltas y haciendo de todo, ya que le gusta verme así, desprotegido y bajo control.

Otra metálica que he usado en pocas ocasiones cuando estaba fuera de su control: una vez fue durante una semana en la que estuve en casa de baja por una lesión, ella me la colocaba por la mañana al irse a trabajar y me la quitaba por la tarde al volver (fue muy excitante y me gustaría poder repetirlo más). Otra vez quedé con un grupo de amigas del colegio (todas chicas) y tuve que ir enjaulado y enviarle un par de fotos durante la noche. Al llegar a casa tenía el arnés puesto, y después de asearme sin quitarme la jaula me folló con él durante bastante rato y con mucho ánimo... Me ha dejado claro que esta experiencia se va a repetir sin duda alguna y espero que no se retrase mucho :-) . 

En definitiva, me corro sólo cuando ella me lo permite y donde ella desea, y me mantiene excitado con masajes de testículos y pegging. Este es un resumen de nuestro descubrimiento de la castidad en la pareja. Es aún algo nuevo para nosotros, por lo que sin duda la dinámica cambiará y evolucionará, pero nuestro deseo es compartir nuestra experiencia para que aquellos que albergan dudas o miedos sean conscientes de que los relatos o vídeos pueden ser sólo inspiración, que no todos tienen por qué ser imitados, y que la paciencia y la diversión son primordiales al menos al principio.

Gracias a Control, a los lectores de blog y a mi amada E

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No queremos extendernos mucho más, espero que te guste nuestra historia y que la uses en el blog si te parece bien. ¡Besos!

3 comentarios:

  1. Me siento muy identificado con esta entrada describiendo una castidad real, sin excesos y sana.

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  2. Si que es verdad...y que disfrutan los dos..que es lo importante.

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  3. Gracias por compartir tu experiencia. Nosotros somos una pareja que empezamos con esto de la castidad hace aproximadamente un año. Aún en formación y definiendo los limites de una relación FemDom. Muy lindo ver que cada pareja lleva la castidad hacia el lugar que mas les gusta. Me encantó su relato. Saludos!

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