domingo, 5 de julio de 2015

El control de castidad al estilo hindú del Brahmacharya.

El brahmacharya en sentido restringido se refiere al plano de la sexualidad humana, por eso usualmente se lo entiende y traduce como continencia o abstinencia sexual.
Moderación sexual, conservación de la energía, abstinencia, celibato, castidad.
Evitar los excesos sexuales, que suponen la forma más rápida de agotar las fuerzas vitales y desviar a la persona de su camino.
No negar la sexualidad, pero no ser gobernado por ella; liberarse del apego a la sexualidad sin negar sus virtudes.
Se puede entender entonces a Brahmacharya a como la sublimación de la sexualidad, que se convierte en vigor (vîrya) físico y mental, en la confianza en sí mismo del que es capaz de manejar las tendencias más fuertes, y en la fuerza interior necesaria para enfrentar los obstáculos tanto externos como internos que se presentan en el camino de reintegración.
Brahmacharya no implica que haya que ser soltero y no tener ningún tipo de relación sexual, al contrario, el matrimonio y la paternidad lejos de ser un impedimento, es necesario para experimentar la felicidad y el amor humanos, aceptando además las responsabilidades sociales y morales. En este sentido Maréchal distingue entre una persona soltera o casada: “Para un monje o un ermitaño, se trata de un voto de continencia, abstención de cualquier placer carnal tanto en la acción como en la imaginación (…) En la vida de pareja, la castidad es una actitud positiva que consiste en respetar honrar y satisfacer las aspiraciones y deseos del cónyuge.
Se infringe el código de Brahmacharya cuando el placer sensorial es el único factor motivante o cuando se realiza de forma irreflexiva o promiscuamente.
El control y conservación de la energía vital ayuda a proporcionar la energía necesaria para obtener metas mucho más elevadas que el simple placer sensorial.

La falta de control conduce a la desesperación, al abatimiento y a la depresión. Pero si la energía vital abunda y está controlada, tenemos esperanza y confianza, y nuestra mente tiende de manera natural hacia pensamientos más elevados.
Brahmacharya incluye el control no sólo del sexo o el Indriya reproductivo sino también de los otros Indriyas. Ésta es la definición de Brahmacharya en un sentido amplio.
Brahmacharya es de dos clases, físico y mental. El físico es el control del cuerpo y el mental es el control de los malos pensamientos. En el Brahmacharya mental ningún pensamiento lujurioso entrará jamás en la mente.
El estricto Brahmacharya es estar libre de todos los pensamientos sexuales tanto en el estado de vigilia como en el de sueño con ensueño. La sensualidad destruye la vida, el lustre, la fuerza, la vitalidad, la memoria, la riqueza, la fama, la santidad y la devoción al Supremo.
La muerte se acelera dejando escapar la energía vital del cuerpo.
¿Qué encontramos en la actualidad?
Hombres, mujeres, muchachas y muchachos son arrastrados en el océano de pensamientos impuros, de deseos lujuriosos y de pequeños placeres sensuales. Es altamente deplorable en verdad.
Los hombres de familia que son moderados en su disfrute sexual, que están libres de pasión animal, que solamente están deseosos de progenie para continuar la descendencia, son también Brahmacharins.
Hoy por hoy, hay quien se refugia en la castidad para no enfrentar sus complejos o frustraciones; y hay quien se refugia en la promiscuidad para evadirse de esos mismos problemas. Por ello hay que mantener la atención en el propio desarrollo, el control de las sensaciones físicas y las fluctuaciones mentales; y absteniéndose de generar situaciones de seducción o distracción de los sentidos. Mantenernos conectados con la Entidad universal (Brahma). Esto se logra recordando que nosotros mismos, y todo lo que nos rodea, somos diferentes expresiones de la única Conciencia Universal. No solamente hay que recordarlo, sino que también debemos relacionarnos con todo y con todos de manera respetuosa y espiritual.
La observancia de Brahmacharya no debe inducir al moralismo, al puritanismo ni al distanciamiento o la falta de afecto entre las personas, ni como pretexto para huir del contacto íntimo con el compañero o compañera conyugal. Hasta aquí hemos visto la línea de interpretación de las escuelas del norte de la India.
Más recientemente surgen interpretaciones más actuales. La visión o la interpretación de los Yoga Sutra en la línea de Krishnamacharya, de Desikachar y sus hermanos (sur de India) es muy diferente a las escuelas del norte. Brahmacharya es para ellos solamente una gestión de la energía, una gestión de la fuerza vital, de los cinco elementos, de los tattvas… Y no es castidad… Es una gestión de la energía y punto final, no es en absoluto castidad, ni abstinencia. Krishnamacharya y Desikachar tienen una interpretación mucho más adaptada a nuestro tiempo. En esta línea Brahmacharya significa, en esencia, disciplina o modo de vida (carya es conducta, comportamiento) conducente a un logro espiritual superior (Brahman es un término vedántico que designa la Realidad Suprema). Vemos pues que Brahmacharya es un Yama que admite matices que dependerán de las circunstancias del practicante. Pero en todo caso, nos habla de una responsabilidad, de una consciencia y una atención exquisitas en la relación con nuestros sentidos e instintos.
Brahmacharya es esencialmente un camino de autocontrol, una vida disciplinada en todos los aspectos. Si queremos desarrollar la moderación en toda cosa, nada se desperdicia. Demasiado de cualquier cosa engendra problemas; no poseer suficiente puede ser igualmente inadecuado. Moderación en todos los actos de la vida, en el hacer, decir, pensar; en función del progreso en el sendero espiritual y la realización del hombre. Brahmacharya es pureza en pensamiento, palabra y acto.

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