sábado, 15 de agosto de 2015

Masturbación y el error de Onán castigado por Dios al derramar su semilla.

onan-06 El enfoque de la Biblia sobre la masturbación y control de la natalidad

La común creencia contra la masturbación, presente en varias religiones se basa en diversos versículos del Antiguo testamento de la Biblia.

En concreto, en un versículo del Génesis se cuenta cómo Dios se enfurece ante una masturbación.
Génesis 38,8-10
38:8 Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano.
38:9 Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano.
38:10 Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida.
Si leemos desde el principio del capitulo vemos que Judá tuvo dos hijos, Er y Onán. La Biblia no explica porque Dios mata a Er, y al no tener descendientes Judá le exige a su otro hijo Onán que tenga relaciones con la esposa de Er (su cuñada llamada Tamar) y le dé descendencia. Onán al no estar muy convencido del trato decide practicar lo que hoy en día llamamos “Coitus interruptus” o orgasmo arruinado, y opta por eyacular fuera de la vagina de su cuñada… el error de Onán!
Dios, por supuesto (que es partidario de las relaciones cuñado-cuñada), se vuelve loco de ira y asesina a Onán.
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Aunque la historia no indica que Onán se masturbase. Queda claro que Dios exige que el semen que salga del hombre sea depositado dentro de alguna mujer (no importa el parentesco); siendo capaz de castigar con la muerte a quien haga lo contrario.
De esta historia parte el conocido término “Onanismo”, el cual se refiere específicamente al coitus interruptus, pero hoy en día se le asocia con la masturbación.
Sobre lo dañino de la masturbación se ha dicho mucho. Havelock Ellis un experto en la materia y contemporáneo de Freud, no sólo señaló que la masturbación era común en los hombres, sino que también se trataba de una práctica habitual en las mujeres de todas las edades. Más del 90 % de los hombres se masturban con regularidad, Y más del 60 % de las mujeres. En todo caso y analizando los fríos números, lo antinatural e irregular sería que los seres humanos no se masturbasen. Además, médicamente está comprobado que la masturbación es la actividad sexual más segura de todas, casi anulando las enfermedades de transmisión sexual y una excelente oportunidad para conocer la propia sexualidad. 
El Coitus interruptus es el método anticonceptivo más natural que existe (después de la abstinencia, claro) y aunque no es el más seguro, ha sido utilizado desde épocas ancestrales por su facilidad y eficacia. Por todo lo antes mencionado, estas actividades suelen ser beneficiosas para el hombre. ¿Por qué a Dios se le ocurriría que son perversas y merecedoras de muerte?
Onan-slain(Death of Onan. by Franc Lanjšček)
Hay otros versículos, que aunque no indican directamente que es pecado masturbarse, algunos Cristianos los utilizan como argumentos para ello.
Leamos un poco de la opinión de algunos cristianos sobre este asunto:
El sexo fue inventado por Dios. Él es el cerebro detrás de la invención del sexo. Dios no inventó nada de lo que haya tenido que arrepentirse en nuestros cuerpos. Esta hermosa expresión de amor de parte de Dios para con nosotros debió salir de lo más profundo de su corazón. Aquellos hermanos que están casados saben que no existe nada más hermoso que el limpio placer de una relación íntima con su amado(a). Pero como he dicho, esta expresión es preciosa siempre y cuando se haga en la intimidad del matrimonio. Es sólo ahí donde este placer puede ser disfrutado a plenitud, tal y como nos lo dice la Biblia:
"Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales". Hebreos 13:4
Mientras más hermoso y único algo es (como lo es el contacto sexual), más nos hacemos dependientes de esto. Para bien o para mal. Esta es la razón por la que es tan fácil para el maligno corromper las cosas más lindas que Dios nos ha dado. Cuando nos enamoramos más del regalo que de quien nos lo dio, ese mismo regalo comienza a destruirnos. A Dios le importa mucho lo que nosotros hacemos con nuestros cuerpos, sea en público o en privado. Él no desea que abusemos de nuestros cuerpos en lo absoluto.
De hecho, una antigua definición de masturbación es "abusar de sí mismo". Sin embargo, los diccionarios más modernos ya no proporcionan esta definición. ¡Qué sorpresa! 1 Corintios 6:18 también nos dice lo mismo cuando afirma que las relaciones sexuales ilícitas corrompen y profanan nuestros cuerpos:
"Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo." 1 Corintios 6:18
Pero… "¿No es mejor masturbarse que cometer fornicación?"
La respuesta fácil a esta pregunta sería, "Por supuesto, es mejor masturbarse, porque por lo menos la contaminación solamente corrompe el cuerpo del que se masturba. Es el menor de dos males." Sin embargo, ¿Por qué un Dios amoroso, todopoderoso y santo nos dejaría la penosa situación de tener que escoger el menor de dos males?
Primeramente, la masturbación nunca satisface de la forma que Dios quiso que la satisfacción sexual satisficiera. Por unos momentos, la masturbación da la impresión de que sí satisface, pero a la larga crea deseos y capacidades sexuales más profundas que antes de la masturbación. Existen terapeutas que usan la masturbación como una terapia para aumentar el deseo sexual de algunos de sus pacientes. El problema de la masturbación es que se convierte en un círculo vicioso. Mientras más se ejercita, más deseos se tiene. Es ahí donde Satanás nos tiene en sus manos. Mientras más nos entregamos a la auto- satisfacción, más control tiene el pecado en nuestra carne.
"Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado". Juan 8:34.
Y lo peor del caso es que a menudo, la masturbación envuelve fantasías, visualizaciones y hasta pornografía. La Biblia es clara en lo referente a estas áreas de fantasía y lujuria. Durante el acto de masturbación es necesario poner a trabajar la mente, y ya sea recordando momentos vividos o imaginando fantasías, se recurre a la fabricación artificial de una realidad. Es por esta razón que la pornografía es el acompañante ideal de la masturbación, especialmente en los jóvenes solteros. Pero, ahí es donde está el peligro: ¿En quién se piensa? ¿Qué actos se imagina uno que está ejecutando con la persona que en realidad no está?
"Ustedes han oído que se dijo: 'No cometas adulterio', pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón." Mateo 5:28.
Mirar a una mujer (o a un hombre) que pasa frente a usted o mirar a una mujer (o a un hombre) impresa en una página o en una pantalla son aquí equivalentes ante Dios. El que la mira y "la codicia (sin estar casado con ella), ya ha cometido adulterio con ella en el corazón". Note que aquí se habla del que está soltero, no del que está casado. Esta regla no es solamente aplicable para el hombre, sino también para la mujer.
Toda la inmoralidad sexual empieza con un pensamiento. Un pensamiento lujurioso no tomado en serio, llevará en el futuro a otras perversiones, porque el pecado se reproduce poco a poco. Ningún alcohólico o drogadicto comienza tomándose un litro de vino ni consumiendo grandes cantidades de cocaína. Si nosotros no nos cuidamos de nuestros malos pensamientos, ellos se arraigarán en nuestro corazón, y como el alcohólico y el drogadicto, se irá haciendo más y más…

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