lunes, 3 de agosto de 2015

Mi placer es su placer.

Muchas veces se ha dicho que la castidad o privar a un hombre de su sexo es privarlo de su masculinidad, y es una forma cruel de relación. Realmente lo que hace la castidad es recordar su compromiso con su pareja, al no controlar su sexo él cede voluntariamente su pene a su pareja. La entrega en el control de castidad, es una forma de conseguir un placer aún mayor sin llegar siquiera a correrse ni tener un orgasmo. El hombr sentirá como suyos los de su pareja y pondrá todo su empeño en que ella los tenga con mucha frecuencia. El control de castidad puede ser una forma de vida sin retorno, sin vuelta atrás, sin volver nunca más a masturbarse, ni siquiera eyacular o incluso penetrar a su pareja. El hombre sentirá como suyo el placer de ella. Y aceptará gustoso no disponer de su sexo nunca más, si no es ella que se lo pide para darle placer a ella, no a él..

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