He querido representar gráficamente como me ha cambiado -voluntariamente- mi frecuencia de masturbación.
Antes no me acordaba de ninguna en especial, todas eran similares, y ahora recuerdo las 2 últimas y deseo que llegue la siguiente. Y en las que me son permitidas ahora, las disfruto plenamente y las saboreo, las valoro mucho más que antes. Aunque leído así pudiera entenderse que lo hago a disgusto, y no, lo hago muy convencida de ello, pero no por eso no se puede reconocer que a veces no es fácil pasar de fiesta diaria a una fiesta cada vez más distanciada en el tiempo.
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