La despedida de soltera, continuación

Al día siguiente era la boda, tan normal como otra cualquiera. La única diferencia es que José llevaba dentro de los calzoncillos un cb-6000, pero con el traje nadie se podía dar cuenta. Aunque varias de las chicas me preguntaron si el novio aún llevaba el aparatito de ayer puesto.

Hubo una ceremonia y un convite, que acabó cerca de la una de la mañana. La gente mayor se fue, las familias con niños también, y solo quedamos la pareja de novios, mis amigas de la despedida y tres amigos de José. Yo hubiera cambiado a José por cualquiera de sus tres amigos, ya que eran más guapos y grandes. Debían tener unas pollas grandes, dado el tamaño de sus manos (dicen que hay una relación entre ambas).

Bea propuso ir a su bar a tomar algo de champán. Allí fuimos todos. Bea abrió el bar para nosotros, entramos, cerró la puerta por dentro y empezó a abrir varias botellas de champán. Las chicas enseguida se animaron y empezaron a gritar que mi ya marido subiese al escenario a enseñar el aparato a sus amigos. Le mandé a José que fuera al baño y se pusiera el traje de boy que había quedado allí de la noche anterior y que después hiciera el mismo espectáculo. José puso mala cara pero no dijo nada y se subió al escenario. Así lo hizo, Bea puso otra vez la misma música, y empezó a bailar y a desnudarse al ritmo de la música. Cuando mi marido se quitó los calzoncillos sus amigos abrieron la boca de asombro al ver el aparato. Las chicas les explicaron entre risas para que servía.

Yo estaba algo mareada por el champán, pero también muy caliente. Cuando ya se marcharon todos , sólo estábamos Bea, mi marido y yo, se presentó el stripper de la noche anterior, pues habia quedado así con él. Lo volví a subir al escenario y una vez arriba me arrodillé en el suelo delante de él, la bajé la bragueta, le saqué (grande y hermosa) y me la metí en la boca. La chupé con mucho entusiasmo durante unos minutos. El chico ya estaba esperando la mamada desde ayer y pronto empezó a disfrutar de la chupada.

Después le saqué los zapatos, los pantalones y los calzoncillos, le acosté en el suelo boca arriba y me subí encima de él. Llamé a José y lo mandé colocarse a un lado de nostros dos. Me saqué el vestido y las bragas y me coloqué encima de él. Me metí la polla en mi coño y empecé a subir y bajar mis caderas al mismo tiempo que miraba a mi amiga y a José que estaba a mi derecha y que parecía disfrutar de la escena

Cuando el amigo se corrió, me salí y me senté en su tripa. Salía un chorrito de semen de mi chochito, y también salía semen de su polla, ahora flácida. Le hize una seña a José para que se acercara y le susurré al oido que tenía que chupar la polla de su amigo. Hizo un gesto de sorpresa pero lo hizo. Se puso a mi derecha y bajó al pilón, como se dice en estos casos y le chupó la polla a su amigo. Después le hice chupar la tripa de su amigo donde había caido semen y después mi coño. Limpió todo muy bien con su lengua y cuando acabó, yo y Bea aplaudimos fuerte.
No hace falta que siga contando el resto, pues ya os lo imaginais.