El otro día mi novio me dijo que tenia grandes planes para mi coño. Ha decidido que voy a ser su esclava anal, y llegar a hacer realidad eso, me proponer ir a un centro de piercing y que pida presupuesto para que me pongan anillos en mis labios vaginales, para que él luego pueda unirlos con un candado. La menstruación y la micción seguirá de forma normal, pero la masturbación y el sexo vaginal estará fuera de mis posibilidades.
Esto de la castidad nunca ha sido una fantasía mía, tal vez, fué un poco culpa mía, al decirle que me gustaba mucho el
blog de Control de Castidad. Desde el momento en que me dijo que fuera a pedir presupuesto, lo único que quiero hacer es masturbarme. Me encanta correrme. Me encanta tener sexo vaginal. Pienso en si será fácil llevar el candado sin que se note.
Así que estoy pensando aquí en la cama examinando mis labios vaginales e imagino cómo se verían con los anillos en ellos y cómo me sentiría tener un candado colgando entre ellos.
Creo que voy a tener que estar sin bragas siempre e imagino que no será muy cómodo. Ir en bicicleta podría ser complicado. También sera embarazoso en las visitas al ginecólogo, o si tuviera alguna otra pareja sexual, pues tendría que explicar que yo soy una esclava a la que no se le permite ser follada en el coño y que sólo puede follar con permiso.
Esas cosas son las que me frenan y a veces es me resulta difícil decirle qué no sé que hacer.
Después de pensarlo mucho yo lo acepté como mi Amo y ahora me inclino ante su voluntad. A veces eso significa que las fantasías que llevamos a cabo no son mías.
Así que no, no es mi fantasía. Me estoy mintiendo a mi misma, yo fuí la que le comenté lo del blog de Control de Castidad y sí, me gusta la idea de tener una barrera puesta en mi coño simbolizando el control que mi novio tiene sobre mí. Me gustaría saber que mi coño fué encerrado y que sea marcado
como de su propiedad. Tal vez sea por una parte enferma, profundamente masoquista de mi mente,
incluso le gusta la idea de no ser capaz de correrme porque muchas veces no creo que ni siquiera me lo merezca. Soy un pedazo de carne que vive para servir a mi Amo, y, a veces creo que mi gran amor a los orgasmos se interpone en el camino de hacer esto realidad.
Dicho esto, mañana voy a ir a pedir presupuesto.
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