viernes, 25 de marzo de 2016

Salvé mi relación con un cinturón de castidad masculino

Mi marido se sentía insatisfecho y cansado del matrimonio, quería probar cosas nuevas, a mi me parecía que tenía unos deseos extraños que no me gustaban en absoluto.
Un día le pillé masturbandose y le dije que eso no estaba bién que era un egoista.
Él me propuso usar un dispositivo de castidad para que lo controlara, yo lo rechazé, nos distanciamos.
Al poco empezé a leer blogs sobre el control de la castidad.
Me decidí a probar eso de la castidad a ver que pasaba. Yo sabía que los dispositivos de castidad masculinos tienen el propósito de impedir las erecciones y masturbaciones sin control, pero no me esperé que fuera para mi tan satisfactorio su uso, para garantizar la fidelidad de mi pareja.
Yo estaba tranquila cuando él estaba con sus amigos, esta tranquilidad y control de su castidad son cosas que ayudan puede consolidar una relación y si no se confía se puede romper una relación.
La castidad pone fin al deseo de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
Ahora le dejo que vaya a relajarse con sus amigotes sin preocuparme de que vayan de putas.
Él usando el dispositivo de castidad, tiene muy pocas posibilidades de hacer nada con nadie. Este es  un claro beneficio de la castidad, pero hay otros.
Al poco descubrí que él estaba muy pendiente de mí, ya que yo tenía la llave de su placer. Cuando lo llamaba por cualquier cosa acudía enseguida. Aprendió a no interrumpirme, y dejó de criticar mis decisiones.
Creo que ya no hay vuelta atrás, él va a seguir encerrado siempre que no esté conmigo en la cama. Lo único de lo que me arrepiento es no haber probado antes esto de la castidad masculina.

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