jueves, 28 de abril de 2016

La importancia de los castigos.

Aunque ya apenas suelo aplicar castigos corporales, sin duda para las parejas que comienzan es indispensable que los administren. Sólo le he dado dos sesiones de azotes en lo que llevams de 2016 (hasta ahora). Me resultan muy satisfactorios, pero lo más importante, es que es un método eficaz para corregir su mal comportamiento.

Hay varios motivos por los que conviene administrar una zurra. Si tu marido es irrespetuoso contigo o no hace satisfactoriamente las tareas del hogar o tus encargos o intentar dirigir los encuentros sexuales de forma que quiera conseguir alcanzar un orgasmo no autorizado, ..., francamente, cualquier conducta que considere que él es perezoso o un egoísta. Sin duda, hay muchas otras razones por las que usted puede elegir para impartir un castigo físico al hombre, pero en última instancia, la entrega de castigo corporal es una herramienta que debe tener a su disposición cuando sienta que son necesarias medidas correctivas severas.
Como ya he contado en posts anteriores, esto aunque puede parecer cruel es voluntario y aceptado, nadie obliga al hombre a estar de cara a la pared o sobre tus piernas esperando su siguiente zurra.
Una vez que hayas decidido que merece un castigo corporal de forma inminente te sugiero que le expliques por completo a él los motivos por los que va a tener que soportar el castigo que estás a punto de infligirle. Si él no entiende por qué le estás castigando, ¿cómo podrá corregir su comportamiento en el futuro? Cuando le expliques los motivos tu le debes estar mirando hacia abajo sobre él, así que debe estar arrodillado o sentado mientras te pone de pie sobre él. Él debe estar mirando fijamente a tus ojos, no mirar hacia otro lado.
Lo que vas a hacer con él es un acto de pura dominación y sumisión. Se debe comenzar y terminar con una explicación mientras miras hacia abajo a él desde la posición dominante. Su única respuesta a sus palabras debe ser "Sí, señora" o "gracias" o la expresión de cariño que prefieras.
He empleado dos métodos de castigo corporal en nuestra relación. Uno es estando él de pie con su cuerpo frente a una pared. El otro sobre mi regazo como un niño. Creo que ambos son igualmente eficaces. Después de haber explicado las razones que me han obligado a tomar esta decisión, le digo que se prepare, es decir que se desnude. Durante los momentos previos al castigo soy muy firme y decisida. Cualquier vacilación por su parte no hará más que añadir más cantidad de azotes. Yo quiero ser muy clara para él y que el tiempo para la discusión ha pasado. No hay negociación. Es importante que una vez que se ha tomado la decisión, él debe aceptar su destino, acatar y cumplir con rapidez. Una vez que está en la posición correcta como se indica empiezo con alguos pequeños azotes de preparación -estos no cuentan-. Soy de la opinión de que para la mayoría de los castigos 10 azotes por nalga es la cifra adecuada. Si se resiste, o se retuerce mucho, o levanta sus manos a las nalgas para bloquear los golpes, a continuación, se añadirán más azotes a mi discreción.
Mi método - El suyo puede ser diferente- Cuando comienzo los primeros azotes, son más difíciles. Yo prefiero usar mi mano desnuda para calentar así garantizo que no le estoy haciendo ningún daño. Usando mi mano desnuda también me ayuda a medir qué fuerte estoy golpeando. Trato de dar los golpes cada 3-5 segundos de diferencia y alternando la nalga, si le digo algo, hablo con él de una manera firme pero tranquila. Repitiendo a él por qué estamos aquí y animándole para corregir cualquier comportamiento. El que él dé las gracias al principio y al final o en cada zurra es una opción.
...Se entiende la idea.
La imagen de arriba muestra el resultado muy evidente de un buen azote.
Si le dejas el culo así no lo olvidará y apuesto a no se repetirá en el corto plazo.
Aparte del dolor físico evidente e inofensivo estoy ejerciendo contra él, me he dado cuenta que estas sesiones los castigos corporales es muy humillante para la psique masculina. Es como si cada golpe, cada tortazo, cada comentario de mi boca, sirve para reafirmar mi dominio sobre él y su estatus como mi sumiso.
Si se preguntan cuánto tiempo y con qué fuerza en caso de que pegue a su hombre un buen método a utilizar es mirar el color de su culo. Cuando haya terminado un castigo azotar el culo debe estar menos rojo que en la foto.

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