jueves, 23 de junio de 2016

La castidad como forma de control.


A lo largo de la evolución de las especies, ,la naturaleza ha dotado al macho la necesidad de procrear a través de la consumación del acto sexual con la hembra de la especie.
El sexo es inherente en todas las especies de mamíferos.
Sin restricciones culturales o sociales, incluso podría ocurrir que el macho con tal de dominar a la hembra intentará una violación, pero en la naturaleza eso no sucede, pues el macho ha de competir con otros, y el cortejo y la fidelidad existe en los mamíferos y otras muchas especies. Él hombre está dotado por la naturaleza para cumplir un determinado objetivo y dedicará toda su fuerza y empeño en conseguir esparcir su semilla.
Cuando hay un elemento social en las especies los machos comienzan a observar ciertas reglas. Esto lo vemos en los hábitos de los babuinos y leones, entre otros.
Sin embargo, en nuestra especie, el Patriarcado del Homo Sapiens ha llegado con un conjunto de reglas que esperaban mantener los deseos de la naturaleza bajo control, con el matrimonio y la monogamia.
El problema es que estas normas sociales, que no son comunes en todas las culturas, pero sí las más extendidas, no alteran los procesos de pensamiento y deseos dentro del cerebro masculino. Esto explica el fenómeno de la prostitución y la pornografía.
La naturaleza tiene su propia manera de hacer frente a la situación de la necesidad de procrear, incluso, a veces de forma sorprendente, como en el caso de la araña viuda negra que devora al macho después de que le haya dado su semilla.
A parte de la muerte sólo hay dos otras vías que le quedan para el Homo sapiens para alterar los procesos mentales del varón en el sentido de esparcir su semilla: la primera es la castración química o quirúrgica de forma permanente y la otra es el confinamiento total en castidad controlado por el sexo femenino. Sólo este último garantiza el control por la hembra de la semilla del macho en su propio beneficio y la creación de la vida bajo sus propios términos.
La expansión del control de la castidad por parte de las esposas es sólo una cuestión de tiempo, lo ideal es que todos los hombres con pareja esten sujetos al control de su castidad de una forma u otra. Mejor que te acostumbres a ella.

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