miércoles, 31 de agosto de 2016

Undécimo motivo para la castración de un hombre.

He estado pensando cual podría ser ese Undécimo motivo por el que castrar a un hombre y he pensado en continuar la historia de [zu pumi] ya castrado por devoción y amor a su Esposa, pero, con un giro inesperado hacia el empleo, espero que os guste.

No eran buenos tiempos para [zu pumi] llevaba un año divorciado, sin trabajo, sin dinero viviendo en casa de su madre y estaba castrado.  Su mujer lo había dejado y se había ido con Miguel el cual regentaba la farmacia de su padre y no le iba nada mal.

Cuando su ex le expuso que quería el divorcio [zu pumi] pensó que era el fin, casi lo fue, pero, poco a poco continuó su vida y asimiló el divorcio incluso mantuvo una buena relación con su ex.  Esta amenudo lo llamaba a su nueva casa que estaba en la capital para que le hiciese las faenas fuertes de la casa, limpiar a fondo la cocina, cortar el césped y mantener el jardín, preparar la mudanza estival, limpiar armarios y sacar la ropa según la estación.  A cambio ella le daba la ropa usada para él y poco más, también le pagaba el tren porque [zu pumi] andaba muy corto de capital.  A [zu pumi] se le iluminaban lo ojos y el corazón cada vez que veía a su Amada, pero, tambien era feliz porque la veía a Ella feliz y acepto la ruptura.

Un día un amigo invitó a [zu pumi] a jugar al padel, aunque ya  no pertenecía al club siempre era bien recibido y nadie le llamaba la atención, por no ser socio,  [zu pumi] tenía un carácter tranquilo y le encantaba sonreír, no discutía nunca y era un gran jugador de padel.

Cuando acabó la partida siempre tenían la costumbre de almorzar y charlar un rato y coincidencias de la vida coincidió en el bar con su antigua Jefa que era la hija de un importante empresario de la zona, siempre se habían tenido aprecio y conectaban muy bien, se entendían con una mirada, ella había sido educada para manejar un imperio y en su naturaleza estaba el dar ordenes directas y eso a [zu pumi] le encantaba.

Aunque [zu pumi] estaba castrado no era de dominio publico y su ExJefa, tampoco lo sabía, lo que si sabía es que estaba divorciado y sin un duro.  Esta le comentó que quería verlo al día siguiente en su oficina y ofrecerle trabajo como asistente personal.  Sin preguntarle si tenía algún compromiso le dijo que quería verlo al día siguiente en su despacho a eso de las 10h.  Su ExJefa se había casado y su marido había cogido las riendas del negocio y lo manejaba muy bien, por lo que ella cada vez se cogía mas tiempo libre, jugaba al padel, iba a los mejores salones de belleza, se dedicaba a fundir tarjetas y de vez en cuando controlaba como miembro que era del Organo de Administración y socia de la empresa los resultados económicos.

Ella sabía que [zu pumi] era muy sumiso lo comprobó en la etapa anterior cuando trabajaron juntos en la empresa, ella lo usaba para todo, aunque zu era el administrativo de ella, perfectamente lo mandaba a por píldoras anticonceptivas, compresas, recoger encargos, como ropa interior.  Además a Ella le encantaba hablarle de sus amoríos de soltera y zu escuchaba y disfrutaba de ello, disfrutaba de servirla.  Le dolió en el alma el día que tubo que dejar la empresa ya que su Esposa también tenia un negocio familiar y su suegro quería que él estuviese en el negocio, no tubo opción ya que su Esposa le impuso que dejara su trabajo y el así lo hizo.

Su nueva Jefa, le explicó su nuevo trabajo, que consistía satisfacer en todo momento las necesidades de su Jefa y asesorarla cuando así lo requiriese ella con las cuentas de la empresa.  Le dijo que dormiría en una casa que tenían para el servicio doméstico y que debía estar disponible 24/7 le habló de su sueldo que no estaba nada mal y que empezaba al día siguiente por lo que esa noche debía de trasladarse a sus dependencias.

-Ven quiero presentarte a mi marido, ya le he hablado de ti y quiere conocerte.

Al marido de su Jefa zu no le gustó ya que zu aunque era mayor que él se conservaba muy bien y era mucho mas alto que su nuevo Jefe.  Este se negó a que zu entrara como asistente personal de su esposa, ya que habrían habladurías en el pueblo y no le pareció correcto.  Su Jefa le explico a su marido delante de zu que no le atraía sexualmente y que zu había sido sin duda su mejor administrativo y quería tenerlo cerca ya que se complementaban muy bien.  El marido se negaba a aceptar la propuesta de su esposa y zu intervino muy educadamente pero de forma muy directa indicando que estaba castrado y que no tenía porque tener celos de él.  Derrepente la discusión cesó y al esposo se le iluminaron los ojos y preguntó -¿esto lo sabe más gente?- No.

Sin el menor sentido de pudor el esposo le dijo a su mujer delante de zu que aceptaba si se hacía de dominio público que zu estaba castrado, y enseguida sin consultarle palabra a zu su Jefa dijo que así se haría.

Su Jefa se giro hacia zu con expresión de triunfo  -No hace falta que lleves tus cosas a nuestra casa, allí tendrás lo necesario, esta noche has de instalarte en la casa que tenemos para el servicio doméstico allí se te asignará una habitación-.

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