Tener la polla y las pelotas encerradas en la castidad durante algunos días o semanas es una de las experiencias más calientes que puedes tener. Estoy hablando de una cobertura de metal totalmente segura. Existen pocos diseños de cinturones por ahí que pueden cumplir la promesa de ser realmente seguros. Son caros y requieren que las partes ajustadas a la medida sean totalmente seguras y cómodas, pero no hay nada como hacer que la polla se introduzca en ese metal frío, escuchar el clic de la cerradura en su lugar, sentir que se calienta hasta la temperatura de su cuerpo y darse cuenta de que funciona. ser parte de ti que no puedes controlar, acceder o eliminar por un tiempo.
Es un viaje que es a la vez frustrante y satisfactorio a medida que se encuentra a sí mismo a punto de hervir lentamente en una excitación que no puede aliviar. Te olvidarás de que está ahí, por períodos cortos, pero cuando te recuerden, irá acompañado del profundo dolor del deseo. Después de unos días, goteará el líquido previo durante todo el día, y cuando el titular de su llave finalmente le permita llegar al orgasmo, con gusto le rogará que lo encierren nuevamente.
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