Sexo en castidad.

Durante los días de entresemana, los dos estamos bastante ocupados y cansados para hacer el amor en condiciones, así que, a veces, durante esos días todo la energía que tengo es para dejarle que me coma sin que yo le de ninguna estimulación, creo que es suficiente para él. Ya sé que no hago mucho esfuerzo por mi parte, teniendo en cuenta que lo único que tengo que hacer es sentarme y disfrutar de su trabajo, luego él va a dormir con el pene muy duro y su sexo negado. A veces me siento muy mal por ello, pero él sabe que cuando llegue el fin de semana, voy a tener más tiempo y energía para convertir en realidad toda su calentura de la semana. 

En esos días me aseguro de que va ir a la cama dolorido de tocar sus bolas intensamente hasta ponerlas azules. 

Él está contento de los fines de semana aunque sólo sean dos días, él sabe que casí nunca le permito eyacular. 

Me gusta que se guarde para mí, con incertidumbre de cuando le permitiré correrse.