El me pide permiso para eyacular, pero yo le exigo cada vez que tenemos sexo que eyacule.
Así que aunque está en castidad, nunca le he permitido estar más de 7 días sin eyacular dentro de mi.
Él mientras dedica su tiempo a las tareas de la casa, y las de fuera, como encargarse de la compra.
Como he dicho al principio yo ayudaba, pero ahora cada vez lo dejo todo más desordenado y de cualquier manera, y espero que cuando vuelva encontrarlo todo ordenado. El fin de semana me gusta cocinar y dejo la cocina hecha un desastre, pero yo sé que cuando vuelva la encontraré impoluta.

Obviamente también le pongo límites a su tiempo libre, ya que soy muy exigente, me gusta, doy órdenes claras, que él acata sin discusiones, él también tiene que ejecutar esos trabajos de bricolage y mantenimiento de la casa, además de las domesticas con un nivel muy alto de exigencia, yo lo quiero todo limpio, impoluto, y no se le permite posponer las cosas, a menos que me pueda dar una muy buena razón.
El coche también tiene que estar en perfecto estado de limpieza y mantenimiento interior y exterior.

Mi masaje en la espalda lo recibo a diario por la tarde después de la siesta.
Así que ustedes comprenderan que él no puede ir al pub o a jugar con sus amigos cada noche. Pero si hace las tareas bien, a veces, le permito salir con sus amigos o hacer una visita a su familia.
Le oculto que me compré un lubricante que imita el semen, me lo pongo al poco de llegar a casa, y antes de indicarle que he tenido relaciones con algún chico. Eso le ofrece a él un cóctel de emociones que sirve para intensificar drásticamente nuestro vínculo emocional entre marido y mujer. Cuando me preparo para ir al gimnasio él sabe que volveré duchada, y no sabe si he ido al gimnasio o a la casa de este chico, porqué acostumbro a tardar bastantes horas. Y antes del sexo mi lubricante favorito imitación semen. Es lo mejor de la "sana competencia". Hace que mi marido esté aún mucho más atento a mis necesidades, sexuales y de otra índole. A veces le hago rogar para permitir complacerme y servirme y adorarme, no sea que yo me decida pasar más tiempo con otro hombre. Y si él tiene alguna insuficiencia sexual que me pueda defraudar, él hará lo imposible para compensarlo de otras maneras.
He podido comprobar que con la castidad masculina forzada, junto con la estimulación sexual, la negación y los cuernos ... se intensifica la experiencia para él aún más. Es un hermoso círculo del que ya no hay vuelta a nuestra vida anterior a la castidad.
Yo tengo todas las claves de acceso de la banca online y las libretas en las que estamos los dos de titulares, siempre yo primero. Además tengo una en la que soy la única titular para mis caprichos en la que todos los meses se transfieren 500€. Él me pidió tener una asignación semanal de 20 € para pequeños gastos, y él me pide el dinero a mi, y sólo tiene una tarjeta de débito pero debe guardar los tickets para justificar sus gastos por si se lo pido. Yo no.
Ya no concibo mi matrimonio sin castidad.No hay vuelta atrás.
Muy bueno, me veo reflejado en este relato.
ResponderEliminarDesearía poder llevar una vida así
ResponderEliminarDesearía poder llevar una vida así.
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