lunes, 25 de septiembre de 2017

Rebeca III

Cuando terminamos la luna de miel, tenía la esperanza que Paco saliera de nuestra vida, pero como vivía en la misma ciudad y trabajaba en el mismo sector que Rebeca, resultó imposible ignorarlo. Realmente Rebeca no tenía ninguna intención de dejar de verle. Enseguida me dejó claro lo que iba a ser la norma de mi matrimonio con ella. Ella podría tener amantes mientras a mi me mantenía en castidad. ¿En qué clase de matrimonio me había metido? Yo era su marido obediente, no tenía que trabajar. Era el papel que yo tenía asignado. La vida sería buena para mí pues no me faltaría nada en el aspecto económico, tenía un coche de lujo y podía seguir jugando a la consola. La verdad es que disfrutaba satisfacer a mi esposa, estar entre sus piernas en cualquier lugar de la casa. El sexo entre nosotros seguía siendo maravilloso a pesar de que mi miembro permanecía enjaulado a la espera de su libertad. Al volver de la luna de miel, ella había comprado un cinturón de castidad, que se abrazaba a mi cintura y actuaba como si fuera un corset. Era más cómodo de usar, pues las bolas quedaban libres pero tenía que orinar sentado bajando un tubo de goma que tenía el cinturón. Ella quería que yo no me masturbara a su espalda.
El ritual normal era atenderla cuando llegaba a casa después de su trabajo. Le ayudaba a desabrochar cuidadosamente su blusa mientras conversábamos sobre el día en que ambos habíamos tenído.Mientras ella estaba en el baño me encargaba de poner los toques finales a la cena y ponía la mesa para cenar. Me gustaba volver cuando ella estaba terminado y ayudarla a secarla suavemente con nuestras suaves toallas. Ella se dirigía a la habitación para ponerse su pijama y regresaba a la cocina donde yo tenía la mesa puesta.
Después de cenar normalmente conseguía que Rebeca tuviera un estado de ánimo suficiente para que me permitiera que la lamiera hasta el orgasmo. Los domingos por la noche eran mis favoritos, ya que significaba que ese día me desbloqueaba. Una vez al mes me permitía tener relaciones sexuales completas, pero ella nunca parecía disfrutarlo mucho y simplemente yacía allí mientras me decía que era mi regalo para ser un buen marido. Otras veces le encantaba burlarse de mí y quería que me corriera sin tocarme. A menudo ella se sentarba en mi cara con mi polla libre y gritar cosas realmente desagradable acerca de Paco follando con su polla enorme para ver si mi pene se corría por sí solo. Era su manera de ponerme a prueba, para ver cómo lo manejaría si un día trajera a Paco a nuestro hogar conyugal.
Mientras ella yacía encima de mí, las humillaciones comenzaron. "Dios me encanta controlar tu pequeña polla. Quiero encerrarte por más tiempo solo para ver lo cachondo que puedes llegar a estar. Hmmm,
 ¿Qué pasaría si te encerrara dos semanas más la próxima vez, y llegas al mes y medio. ¿Cómo de dura se te pondrá si hiciera esto? ¿Se te pondría tan dura como cuando Paco estaba follando a tu esposa delante tuya? "
Todo el tiempo seguía lamiendo sus labios mientras que la polla permanecía libre al aire. "¿Tu pequeño pene se pondrá como cuando me vio como a mi coño le follaba una polla de verdad?" Le lamía más rápido y más rápido con la esperanza de que ella agarrara mi polla que ahora estaba anhelando solo su toque. "Por favor, toca mi polla", le rogué. "No no no. Quiero que te corras antes. Yo me corro primero y luego te corres tú ... SIEMPRE ... tu pene parece muy duro. ¿Parece que está a punto de explotar cuando pienas que otro hombre esta follando a tu esposa? Porque si lo hace voy a tener que llamar a Paco para que con su gran polla venga aquí el próximo domingo en tu próxima liberación ... no te atrevas a eyacular sólo por pensar en eso ... .ooohhhh. Le lamía más rápido y más rápido y ella estaba cerca de su orgasmo. Yo estaba a punto de correrme sin tocarme.
"Ooooh voy a correrme. Correté conmigo nene. Correté y te prometo que llamo a Paco por ti y lo traré aquí para que puedas verlo follarme ... Te lo prometo ... te lo prometo ... AAAAAHHHH, "ella vino y empezó a montar sobre mi rostro. Yo estaba en el nirvana y lo sentí pero me corrí. En mi pene fluyó suavemente semen de mi pene. Había fallado la prueba y ella iba a llamar a Paco a nuestra casa por primera vez..... Continuará

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