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A Control de Castidad

A las Amas y Señoras y, por extensión, a sus sumisos

A los seguidores, lectores -habituales o no- y curiosos.

Y, por supuesto, a todas las mujeres

Escribo estas palabras con la única intención de ofrecer mis más sinceras disculpas y obtener,

si ello fuera posible, el perdón para mi falta. Al igual que muchos otros, estoy haciendo el

Locktober, pero, a diferencia de todos ellos, he cometido un grave error: el pasado sábado por

la noche, cuando me hallaba solo, vi dos vídeos de contenido pornográfico con el único fin de

excitarme y disfrutar sexualmente, aunque fuera durante poco más de un cuarto de hora.

Ha sido una completa e injustificable torpeza y, por ello, Control de Castidad ha decidido que

debo llevar bragas lo que resta de mes. Debo darle las gracias por partida doble: primero, por

haberme concedido unos minutos de su tiempo para aplicarme disciplina y corregir mi

comportamiento; y segundo, por su generosidad al no haberme aplicado un castigo más

severo. Por ambas cosas, muchas gracias.

Alguien pensará que quizá pueda entenderse, ya que el nivel de excitación en muy alto y se

incrementa por el hecho de no poder liberarse, pero me doy cuenta de que ha sido una

estupidez y que mi actitud ha sido intolerable para un sumiso. Sólo me queda, pues, confiar en

la generosidad de quienes lean esta carta para que acepten mis disculpas.

Quedo, como no puede ser de otra forma, a disposición de Control de Castidad y de las Amas y

Señoras, de quienes aceptaré sus reproches, riñas o castigos, tanto en público como en

privado, con el fin de recibir lo único que merece mi mala conducta.

Espero, en cualquier caso, que mis palabras sean suficientes para calmar vuestro enfado y que

sirvan para aclarar cuán profundamente lamento lo ocurrido.

Pido humildemente perdón por ello.

A vuestros pies