La magia o el hechizo.
Algo ocurre en algunas personas cuando se cierra la jaula.
Nunca se volverá a abandonar, otras personas quizá lo harán. Pero un enorme grupo jamás lo harán.
Es difícil saber por qué? Va contra toda lógica. Realmente nadie puede obligar a nadie. Pero la jaula se queda.
Al principio, es un poco de quita y pon en algunos casos. Aunque cada vez permanece más tiempo puesta.
Finalmente se queda y ya no la podemos abrir sin permiso.
Yo estoy entrando en esa fase, lo noto y lo se claramente.
No hay ninguna lógica en pensar esto. Fisicamente podría abrirla con paciencia y consiguiendo la llave, que no la tengo.
Pero esto no es sencillo, yo he perdido el derecho de abrirla por propia voluntad y no puedo hacerlo. Y realmente cuando pienso en que lo podría intentar, veo que no puedo. Que no lo lograré.
Empezaré a cortar la resina y no podré por que en mi interior pienso que no tengo ese derecho y estoy actuando contra mis propias decisiones. Así que ni intento quitar la resina.
No se si es un hechizo o no sé lo que es, pero volviendo a la realidad, no puedo abrirla.
No es por las consecuencias, que evidentemente habrá consecuencias en muchos aspectos, algunas serán bastante desagradables como asumir que he roto las bases que yo puse. Otras será haber fallado a personas de mucha confianza que están creyendo en mi y finalmente me habré fallado yo.
Pero aún así, ni todo eso me impediría abrirla, hasta eso quizá podría llegar a saltarme.
Hay algo más, en mi interior comencé un proceso para perder el derecho de abrir la jaula por voluntad propia y esa idea está creciendo dentro de mi.
En principio si no surge una verdadera urgencia o si mi Señora ( que tiene derecho) no decide abrirme, seguiré con el proyecto precinto hasta el 2 de mayo. Fecha en la que terminará esa etapa de 160 días.
Y, bueno......
Que nadie piense en principio que la jaula se abrirá. Eso es impredecible, por que no recupero ese derecho. Esta etapa está destinada a cambiar mi forma de percibir la castidad y su culminación será con la pérdida absoluta y permanente del derecho de abrir la jaula por voluntad propia.
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