Como mujer estoy cansada de aquellos que dicen llamarse hombres. Sobre todo de su actitud egoísta. El “macho” que conocemos está acostumbrado a llegar y correrse a su gusto todas las veces que le apetezca. No entienden que también hay otras formas de sexo sin eyacular, ni esperan a que su pareja tenga placer.

Conclusión: he aprendido que si controlas la sexualidad de tu “macho” lo harás tuyo y bailará a tu ritmo. He aprendido que si consigues que no se toque su cosita, y le niegas su orgasmo, estará detrás de ti. Enséñale que solo se toque cuando a ti te apetezca.
Enséñale el juego de la castidad sin más. Encarcelar el pene de tu “macho” es una opción, no imprescindible, pero en algunos casos de masturbadores compulsivos puede ayudar, así ya no tendrás que ver mas su pene hinchado buscando donde descargar su semen.
En la castidad ya no se pondrá duro cuando él quiera. Verás como está por ti. Y con el tiempo suficiente estará ardiente de deseo. ¿A qué es un sueño inimaginable? Pues créeme que es posible
No hay comentarios:
Publicar un comentario