miércoles, 20 de julio de 2016

¿De pie o sentado? Los hombres en castidad orinan siempre sentados.


Los hombres en castidad o no siempre deberían de orinar sentados.
No es un tema baladí o para tomarse a risa. Orinar de pie tiene inconvenientes, y se han dedicado estudios a este tema. Así por ejemplo la Brigham Young University de Utah tiene un laboratorio, el Splash Lab, dedicado a estudiar la dinámica de fluidos, que ha desarrollado un análisis sobre la micción en particular. A sus investigadores no se les ocurrió mejor idea que tratar de relacionar la altura de la persona, el tamaño del pene y la velocidad del chorro de orina -21 mililitros por segundo parece ser la cifra estándar- con la salpicadura que provoca al orinar de pie. Su conclusión fue tan sorprendente como el mismo objeto de estudio: ninguna de estas variables tiene una relevancia apreciable. Lo que realmente influye es el ángulo de choque del chorro con la superficie: cuanto más perpendicular, menor salpicadura. Así que estos sesudos científicos determinaron que, si se orina de pie, conviene hacerlo inclinándose ligeramente sobre el sanitario para que la 'entrada' sea más limpia. Como la que efectúa en la piscina un saltador olímpico. Pero ni siquiera eso garantiza que se eviten las salpicaduras. "Cuando se está de pie, resulta físicamente imposible evitar que una parte de esas gotitas se desprendan del flujo principal y alcancen el borde de la taza del baño o el mismo suelo. Sentarse a hacer pis es la opción más higiénica y más lógica", sentencia el experto Randy Hurd.
En varias regiones de Suecia se enseña a los niños, desde la más tierna infancia, a hacer pipí sentados. Algunos pediatras escandinavos aseguran que, a la larga, es bueno para la salud, ya que estar sentado ayuda a relajarse y modera la salida de la orina, evitando tensar innecesariamente los músculos de la vejiga. Incluso se intentan aprobar reglamentos que obliguen a los hombres a sentarse para orinar. Su impulsor, Viggo Hansen, del Partido de Izquierda, defiende esta postura no sólo porque mejorará la higiene de los baños, sino también porque "reducirá los problemas de próstata y contribuirá a una vida sexual mejor y más larga".
Es cierto que algunos hombres orinan mejor sentados porque esta postura les ayuda a relajar su esfínter, pero otros opinan lo contrario. Es muy variable, y desde el punto de vista médico parece resultar indiferente.
Otra cosa son las razones higiénicas.
Por otro lado, el profesor de urología de la Universidad de Pittsburg Benjamin Davies puntualiza que la orina es estéril, por lo que no hay bacterias en ella. "A pesar de que puede tener mal olor, no se ha comprobado que cause alguna enfermedad". La propuesta puede encontrar más argumentos a favor entre los hombres de mayor edad, que son también por lo general quienes más manchan y los que más tardan en completar la maniobra. Los médicos sostienen, a favor del cambio, que un anciano que se levante por la noche a orinar estará más cómodo y relajado, vaciará mejor su vejiga y correrá menos riesgo de accidente si permanece sentado en la taza mientras realiza el tránsito en esa duermevela.

 Las mujeres alemanas tienen un aliado en esta lucha: un pequeño fantasma de plástico adherido al retrete que, cuando el 'infractor' levanta la tapa para orinar, le recuerda en un mensaje grabado que "en esta casa se cobra una multa a quienes hagan pipí de pie". Hay alternativas menos drásticas. Como la escogida por los gestores del aeropuerto de Schipol, en Amsterdam. Una simple mosca pintada en cada urinario consiguió reducir las salpicaduras en los bordes de la taza y en el suelo hasta en un 80%, al ofrecer a los miccionantes un blanco fijo al que acertar durante el proceso de descarga.

Las quejas femeninas por la acreditada incapacidad de los hombres para bajar la tapa del inodoro después de orinar o por su irritante costumbre de dejar rastro de su paso por la taza en forma de salpicaduras y malos olores estan más que justificadas. Existen iniciativas para que los hombres se sienten para hacer aguas menores, igual que lo hacen ellas.
Uno de las últimas en Taiwan, donde por razones de índole higiénica se trata de impulsar una 'iniciativa' que ayude a mantener los cien mil baños públicos de la isla más limpios. Se colocaron carteles sugiriendo este cambio de hábitos entre los usuarios de los mingitorios masculinos.

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