domingo, 21 de agosto de 2016

Masturbación de pene al estilo clitoriano.

Un sábado tenía una cita con un Ama. Era un cita que, por lo que ella y yo habíamos hablado, prometía ser una buena e intensa sesión de Dominación Femenina.

El Ama no me lo había pedido, pero llevaba 2 días sin correrme, aunque sí que estaba muy excitada, con erecciones constantes, y mojando mis calzoncillos con líquido preseminal, porque me imaginaba y fantaseaba con cómo se iba a desarrollar la sesión.

Además, y para llegar más caliente a la cita, seguí viendo porno por internet. También lo hacía para poder ofrecerle al Ama ese estado de autocontrol como ofrenda hacía ella. Entendía que mi placer lo debía controlar ella. Una de las opciones que habíamos hablado para la sesión era la de que al final seguramente no me iba a dejar correrme con un orgasmo pleno, quizá un arruinado, o ... sin orgasmo, ella vería. 

Pero al final la cita se canceló. Y ahí me encontraba yo, caliente por los días previos, y más caliente por lo que iba a haber ocurrido en la sesión.

Necesitaba descargar mi excitación, pero no quería hacerme una paja normal, quería hacer algo distinto, algo similar a lo que me habría hecho el Ama.

Recordé una de las formas que descubrí gracias a control de castidad en el período que estuve bajo su control (por cierto, a ver si me vuelvo a poner de nuevo en castidad bajo su seguimiento, tengo muy buenos recuerdos).

Una de mis fantasías es la feminización, y mezclándola con la castidad, control de castidad en su día me dio la opción de hacerme una paja al estilo clitoriano para desahogarme después de estar 2 semanas en castidad.

Me puse la braguita -muy mona por cierto, quería ir guapa a la cita-, coloqué mi pene hacia arriba dentro. La pauta que me dio en su día control de castidad era que me podía correr, pero que para alcanzar el orgasmo no podía coger el pene con la mano, ni tocarlo directamente, sólo a través de la braguita, que servía para sujetarlo en esa posición, y sólo podía usar un dedo y tocar en la punta del pene, igual que se masturban las mujeres tocando su clítoris.

Empecé a hacerlo así. Al principio no estaba suficientemente mojada. Esa manera de masturbarse lo dificulta, necesitaba más preliminares, igual que la mujer, necesitaba más movimientos con el dedo que con la mano. Al poco empezó por fin a salir un poco de liquido, la braguita se empezó a humedecer y facilitaba el contacto, un poco desagradable cuando estaba seco.



Después de un rato de estar caliente veía que avanzaba en mi excitación pero que no acaba de alcanzar el orgasmo, e igual que algunas mujeres, me ayudé de un consolador -del que en otra entrada contaré otros usos que le he dado- lo encendí, y me lo fui pasando por la base del pene. 

Esa ayuda la noté enseguida, empecé a estar más excitada, más mojada, el cuerpo me pedía mover el dedito con más velocidad hasta que por fin alcancé un orgasmo muy muy intenso. Parte del semen quedó en la braguita y otra parte cayó al suelo


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