Testimonio.
Hace meses atrás empecé mi primer periodo en castidad. Desde el
inicio fue sin dispositivo aplicando solo el autocontrol para lograr el
objetivo propuesto.
Después de estar habituado a masturbarme
casí a diario, me costaba llegar a la semana sin hacerlo. Cada día que
pasaba sentía aumentar las ganas por tocarme y lograr el placer
inmediato. Y aunque intentaba distraerme, mis pensamientos se centraban
mas y mas en el deseo de tener un orgasmo, o por lo menos liberar la
presión que sentía.
Al ir pasando unas
semanas, y aumentar un poco el periodo de tiempo, podía aguantar con
menor dificultad pero no me seguía siendo fácil lograr controlar
sobretodo mis pensamientos, generandome fuertes erecciones que tenia que
bajar pensando rápidamente en otras cosas o distrayéndome en cualquier
otra cosa. Unas de las recomendaciones que recibí, fue usar una especie
de pulsera en mi pene como recordatorio de mi compromiso, ayudándome en
ciertos momentos de las noches y las mañanas a no repetir mi actuar casi
compulsivo con respecto a masturbarme.
El
hecho de no tener control sobre mis orgasmos generaba pensamientos y
sensaciones encontradas, pues sentía cierto placer, deseo, curiosidad
pero también era tortuoso. Y esperar con ansiedad el permiso para
aliviar esa presión o incluso la solicitud de una tarea, se convierte en
otra fuente de incertidumbre con algo de placer.
También,
hubo momentos en que cedí a la tentación y no lograba cumplir con el
tiempo propuesto, lo que me generaba una frustración después que
terminaba. Pero después de un poco de practica en este nuevo periodo
estoy logrando ir avanzando en el tiempo de castidad.
J.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario