lunes, 3 de octubre de 2016

Pequeña liberación. Colaboración de "fer & zuny"

Llega la noche y ella decide liberarme de la jaula para dormir. Es la primera vez que estaré libre desde que comenzamos esta nueva tanda de castidad. Me pide que apague la luz. Estoy acostado, y ella se acerca y me susurra que no voy a estar dentro de ella esta noche, porque debe de guardarse para su novio. Me pide que piense en eso y que me toque. Me pide que piense una y otra vez que la próxima vez que sea realmente follada será por alguien que no soy yo, y que esa espera solamente la pone más caliente. Me toma la mano y la pone en su entrepierna para comprobar qué tan húmeda está. Yo no puedo salir del asombro. Me quita la mano de ahí y me masturba. Me dice que así la pone pensar en él, y luego me agradece por dejarla jugar con un miembro más grande que el mío, pero que debe de guardarse para él. No puedo ni siquiera explicar el rush de erotismo que fue esto. Lo que si puedo decir es que después de casi una semana en castidad, terminé con un orgasmo fortísimo, como pocas veces. Al terminar, me pidió que me limpiara y que limpiara la jaula. Me puso candado, y antes de decir buenas noches me dijo que ella no podía esperar a estar de nuevo con su novio.

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