Mía decidió irse unos días a ver el mar. Aunque ya no era
temporada todavía había gente y estaba agradable para estar leyendo Grey en la
playa.
En ese momento escucha que alguien la llama por su otro nombre,
con un acento extranjero, cosa que la sorprendió doblemente, al darse vuelta
vio un cuerpo que parecía no terminar más, un metro noventa de puro chocolate
negro, con sus músculos tallados como por da Vinci, y una sonrisa tentadora,
habló dos pavadas, se fue y volvió al toque y le dijo ten te regalo esto, y le
dio un pañuelo que vendía junto con un papelito que decía llamame, obviamente
era su número de celular. Ella lo agendó.
Al otro día amaneció tormentoso, esos días que no podés salir del
departamento sin que se vuele el alma, por lo tanto siguió leyendo adentro del
departamento mientras miraba el mar desde la ventana. Mientras se cebaba unos
mates le mandó un mensaje al celular de Leandro, así se llamaba el negro que
había conocido en la playa, él le contestó al instante, como si estuviera
esperando que le mandara el mensaje, ella le dijo que se iba a bañar x si no
contestaba, él le preguntó si necesitaba ayuda, “jajajaja” respondió ella, al salir
del baño leyó el mensaje que le había mandado Lean, le preguntó si podía ir a
su departamento, ella sin pensarlo le pasó la dirección, era una persona grande
pero igualmente un poco de miedo sintió, antes de que se empezara a hacer la
cabeza sonó el timbre, le abrió y ahí estaba él, con su sonrisa, ella se quedó
helada, en ese momento no sabía si dejarlo o no pasar, “puedo entrar” le
preguntó con una sonrisa, ella sin decir palabra se corrió para dejarlo pasar,
al dejarlo pasar le miró la cola que en la playa por la túnica que usaba no se
le podía ver bien, espalda gigante, cintura chiquita, culo parado, a Mía se le
empezaba a hacer agua la boca.
Se sentaron en el sillón a ver una peli de terror mientras
hablaban, un poco casi nada, se notaba cierta tensión sexual que en breve
seguramente explotaría, Leandro dijo “me puedo sacar la remera porque estoy
transpirando mucho”, “claro” respondió Mía, ver de cerca el torso musculoso,
grandes pectorales, abdominales perfectos, él le pasa el brazo por sobre los hombros,
ella apolla una mano en los abdominales y lo acaricia, pasa su mano desde el
pecho hasta sus abdominales, él la agarra de la nuca forzándolo a mirarlo, le
la besa, al mismo tiempo que con una mano le acaricia las tetas, ella con la
mano en los abdominales siente como la pija del negro casi se le sale de los
pantalones y le llega a su mano, con un dedo levanta un poco los bóxer para
darle libertad a la pija que avanzó sobre los abdominales, metió la mano para
agarrarla, nunca había tenido una tan grande, dura, sus venas parecían que iban
a explotar, le bajó los pantalones y comenzó a chupársela, era un esfuerzo
chupar semejante pija pero eso la exitaba más, mientras ella chupaba él jugaba
con sus desdos que eran también enormes, con su concha y su culo, él le pidió
que parara porque iba a acabar Mía no lo hizo caso o no escuchó, una cantidad
de leche inmensa llenó la boca de Mía, ella no pudo tomársela de un solo trago,
Lean comenzó a sacarle la ropa y la dejó totalmente desnuda, “bella” le dijo
una vez que le tenía sin una sola prenda en su cuerpo, sonó el celular de ella,
Mía miró quien la llamaba y le dijo tengo que atender, solo a una persona
atendería en un momento como ese, mientras hablaba se recostó sobre la mesa y
apoyó los codos, Lean vino de atrás, comenzó a chuparle la concha y a jugar con
su lengüita en la cola, ella trataba de disimular la excitación aunque casi no
podía, desde el otro lado le seguían dando charla, ella no quería cortar y
también le excitaba esa situación, que se la estén chupando mientras hablaba,
de pronto sintió que se la había empezado a meter, ella seguía hablando, hasta
que no pudo más y cortó, apagó el celular, y se entregó a Leandro que apoyó su
mano en la cabeza de Mía y la bombeaba con su pija gigantesca, que la hacía
gozar, gemir y también doler un poco. La agarró de los pelos y la tiró boca
abajo contra el sillón, le inmovilizó las mano, le dio unos chirlos y le dijo
“muévete bella”, Mía comenzó a mover su culo cogiendo a esa pija que la hacía
acabar una vez tras otra ya sin poder llevar la cuenta, de pronto sacó la
terrible pija y le llenó la espalda de leche, con su mano se la esparció por
toda hasta como si la hubiera absorbido la piel.
Sin decir ninguna otra palabra se quedaron abrazados por un rato,
ella se prendió un pucho, mientras él se cambiaba, al terminar le dio un pico y
se fue.
Ella prendió el celular, marcó un número y dijo “hola amor como
estas, no sabés cuanto te extraño”.
Mía sabía que el día anterior había hecho algo que no debía, no
sabía si Tomás se había dado cuenta o no pero sabía como remediarlo y hoy
estaba dispuesta a hacerlo, le mandó un mensaje a Leandro citándolo a
determinada hora y dándole algunos otros detalles.
Mía le mandó un mensaje a Tomás sabía que a esa hora él estaría en
su trabajo frente a la pc, el mensaje decía “llamame x Skype”, no tardó ni 30
segundos en sonar el Skype de Mía, ella antendió y le dijo “ahora no puedo
hablarte, pero te tenés que quedar mirando y sin decir una palabra. Ahhhh otra
cosa, no te podes mover ni para tomar algo ni para ir al baño, ni nada, te
quiero ahí quietito”, Tomás escribió si por el chat, en el trabajo no
tenía webcam, ambos sabían que él iba a cumplir, no se iba a mover de enfrete
del monitor. Ella desapareció alrededor de media hora, Tomás escuchó que sonó
el timbre y vio a ambos pararse fente de la webcam, ella estaba vestida como le
gustaba a tomás, medias negras con protaligas, zapatos negros con tacos altos
de metal, una mini negra que se notaba que tenía una tanguita diminuta, Tomás especuló
que era un hilo dental para sumar a su fantasía y una blusa blanca que se
traslucía que no tenía corpiño. Él era un hombre negro de 1.90 m, estaba con
unos jeans gastados y apretados, una musculosa blanca y ojotas, la musculosa
dejaba notar que era muy musculoso, muy fibroso, el jeans que estaba muy dotado.
Frente a la cam comenzaros a besarse apasionadamente, manos
acariciándose se entremezclaban, lenguas que jugaban con cuellos y orejas, él
la acariciaba sensualmente pero con delicadeza, ella con el fuego de la pasión
que la caracteriza, él se arrodilló para poder chuparle las tetas, sin
desabrochar la blusa, pasó su lengua una y otra vez, Tomás podía ver como la
saliva de Leandro lograba hacer que la blusa desapareciera dejando ver el 100%
de los pezones de Mía, Tomás no dejaba que se le escapara ningún detalle, no
quitaba la vista del monitor, su Ama se lo había ordenado y él estaba para
servirla. Mientras le chupaba las tetas le levantó la minifalda y le
acariciaba la cola, pasaba su mano negra por la cola extremadamente blanca de
Mía, Mía en esos momento solo le acariciaba la espalda, la cara y los
brazos, Mía le sacó la musculosa, lo hizo parar, se acercaron a un primer
plano de la webcam y comenzó a pasarle la lengua comenzando por el cuello, siguiendo
por el pecho, deteniéndose en los abdominales, mientras con las manos le
desabrochaba el jean, no traía calzoncillos, sacó la terrible verga que casi no
entraba en el plano de la cam, Tomás a la distancia se asombró y se sintió un
poco humillado, Mía comenzó a chuparla, despació, mostrando que bien lo hacía y
como lo disfrutaba. Miraba a la webcam y le sonreía a Tomás, miraba otra vez y
con su lengua jugaba en la inmensa chota, miraba otra vez y se la metía entera,
cerraba los ojos y gozaba chupando esa inmensa barra de chocolate, con una mano
también lo pajeaba, con la otra turnaba en acariciar los abdominales y los
glúteos, él intentó apoyarle la mano para sacarla, ellá entendió que Leandro
estaba por acabar, empezó a chuparla y pajearlo con más ritmo cuando sintió que
la leche estaba por salir, se la sacó de la boca y la lechita se derramo por la
pija de leando, así tomás podía ver en primer plano con su Ama hacía
acabar a otro hombre y pasaba la lengua tomándosela toda, sin dejar una gota.
Mía quedó con la cara en primer plano con la camarita, tenía alguna salpicadura
de guasca que se la fue limpiando con un dedo y metiéndosela en la boca,
mientras empezó a poner una cara de placer indescriptible, si bien Tomás no lo
veía claramente le estaba haciendo sexo oral y él podía ver en primer plano
como su Ama gozaba. Podía escuchar el jadeo, su respiración y hasta puso sentir
su orgasmo.
Tomás alcanza a ver que atrás de Mía se levanta 1.90 de puro
músculo y la cara de Mía se desfigura de placer, “métela fuerte” ruega Mía casi
a los gritos, el morocho le hace caso y comienza a meterla y sacarla
vigorosamente, a Mía le agarran carcajadas de placer y siente una lluvia de
orgamos uno atrás del otro si parar, hasta que Leandro acaba. Él se queda
desnudo y toma asiento no fuera del rango de la cam, Mía aparece al rato solo
con la blusa puesta y un café para cada uno, ella se sienta recostándose en su
pecho y pasando las piernas por sobre las de él, hablaban bajito y se reían,
Tomás solo podía ver no llegaba a escuchar la charla, mientras tomaban el café
se acaricianban, ella perdía su mano entre sus piernas, él dentro de su bluza.
Mía acercó una silla a la webcam, puso sus rodillas en ella, se abrió un poco
de piernas y era ahora el primer plano que le regalaba a Tomás, Tomás veía
perfectamente su concha y su culo, él amaba tenerla así, una mano azabache
entró en el plano, sus dedos se veían inmensos también, comenzó a jugar con su
clítoris, Tomás podía oir en todo momento los gemidos de goce de Mía, Leandro
metía sus dedos, primero uno después otro, varios, jugaba metiendo y sacando,
mientras mía gemía, también comenzó a jugar con su culo metiéndole un dedo
hasta el fondo, se la escuchó quejarse del dolor, lo sacó y comenzó a metérselo
despacito, y ahí si Mía quería más, Leandro acomoda un poco de costado a Mía y
entra también su cara en escena, con su lengua comienza a chuparle la concha,
con su leguna juega con el clítoris y el culito, jugaba con su lengua y sus
dedos al mismo tiempo, se levanta y empieza a penetrarla lentamente, terrible
el tamaño de la pija de Leandro, Tomás no salía de su asombro, cada poquito que
la metía se escuchaba un gemido más fuerte de Mía, Leandro llegó hasta la mitad
y se frenó, Mía fue la que se empezó a mover, primero que la metió hasta el
fondo, después bajó las piernas para estar más cómoda, y apoyó sus manos en la
silla, Leandro solo se acomodó para quedar a una altura que ambos estuvieran
cómodos, ella empezó a moverse para adelate y para atrás, mientras él le metía
sus dedos por el culo, al rato, él saco su pija e intentó metérsela por el
culo, Mía no se quejó pero Leandro se dio cuenta que el estaba causando mucho
dolor y dejó de intentarlo, volvió a metérsela por la concha, Mía siguió
cogiéndoselo y otra vez la catarata de orgamos, hasta eyaculó para que Tomás lo
pudiera ver en un primer plano, Lenadro se sentó en la silla y Mía se sentó
sobre su pija dándole la espalda a Leandro y de frente a Tomás, lo comenzó a
cabalgar, Mía gozaba sin parar, se la escuchaba, Tomás la veía, acabó otra vez
y al toque acabó Lean.
Mía se prendió un cigarrillo, Lean se tiró en el zofá, ella
acomodó la Cam para que nada saliera de escena, él recostado y ella
acariciándole todo el cuerpo, casi no hablaron esta vez, se miraron y sonreían,
Mía terminó el pucho y comenzó a chupársela de nuevo, costó un poco pero ella
sabía como hacerla parar de nuevo, apenas se paró ella se le subió encima y
mientras lo besaba jugaba con su pija en su concha, hasta que se le metió un
poquito, la fue metiendo despacio hasta tenerla toda adentro, lo empezó a
cabalgar, movía su pelvis imitando el movimiento de los jinetes, salío y se
puso en cuatro en el piso, apuntando su culo a la webcam, Tomás vio bien de
cerca como Leandro la penetraba y se la cogía como una pantera en celo, Mía
acabó varias veces hasta que Leandro acabó, cuando sacó la pija Mía se la
limpió con la boca y la lengua.
Él se vistió y se fue, Mía se puso la blusa blanca, se sentó
frente a la compu, y dijo “hola Tomás mi amor, ya me desocupé, espero te hayas
entretenido” y le sonrió, sabiendo que esa sonrisa para Tomás era irresistible.
Te Amo, respondió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario