lunes, 2 de noviembre de 2015

Ciclismo y los problemas de erección

Según estudios existe un riesgo de que la práctica rigurosa de ciclismo ocasiona problemas de erección

Hacer ejercicio regularmente genera menos problemas sexuales y mayor placer erótico. Pero el ciclismo como práctica —pasar más de tres horas a la semana en un asiento de bicicleta estrecho, de punta larga y en forma de banana— puede perjudicar la erección. Afortunadamente, los ciclistas pueden montar durante la cantidad de tiempo que deseen y disminuir el riesgo de problemas sexuales si cambian los asientos de su bicicleta.
Ya en el siglo IV a.C., Hipócrates especulaba sobre el impacto que causaba montar a caballo por períodos prolongados en la pérdida de la erección. Su observación fue olvidada en gran parte hasta 1980, cuando comenzaron a aparecer informes de casos que describían problemas de erección en hombres jóvenes sanos que no tenían factores de riesgo, pero que compartían una devoción por el ciclismo.
Estudios posteriores sugirieron un riesgo sumamente alto de problemas de erecciones en practicantes rigurosos del ciclismo. Investigadores noruegos encuestaron a 160 ciclistas jóvenes. El 13% de ellos informó tener problemas de impotencia y el 21% sufría de entumecimiento en el pene.
Los investigadores del Massachusetts Male Aging Study buscaron la relación entre el ciclismo y el deterioro de la erección en 1,709 participantes en el estudio. Mientras más tiempo montaban bicicleta, mayores eran los problemas de erección. Realizar esta actividad menos de tres horas a la semana no afectaba la erección, pero según la edad del ciclista, montar bicicleta durante más tiempo aumentaba el riesgo 72% más de lo normal.
Cuando los investigadores se centraron más en el deterioro de la erección relacionado con el ciclismo, se dieron cuenta rápidamente de que el problema no era el ciclismo en sí, sino los asientos (monturas) que usaban los ciclistas. Cuando un hombre se sienta en una silla, los isquiones en las nalgas cargan todo el peso. Pero debido a que los asientos de bicicleta de punta larga resultan demasiado estrechos para apoyar los isquiones, los ciclistas que las utilizan compensan al colocar su peso en el tejido blando conocido como el perineo. Esto no solo comprime los nervios involucrados en la erección sino también las arterias que envían sangre al pene. La compresión de los nervios puede entumecer el pene; la compresión arterial limita el flujo sanguíneo hacia el órgano. Si actúan conjuntamente se perjudican las erecciones.
Lo que es peor, con el tiempo, la compresión de las arterias que recorren el perineo puede generar el desarrollo de depósitos (llamados placas arteroscleróticas) que las estrechan, limitando aún más el flujo de sangre. Así que, aunque esa élite de ciclistas súper en forma típicamente muestra pocas placas en sus otras arterias, a menudo sufren una formación significativa de placa en las arterias ubicadas entre las piernas.
A medida que este problema se hizo más ampliamente conocido en la década de 1990, las compañías de ciclismo respondieron ampliando los asientos de las bicicletas, desplazando el peso del ciclista desde el perineo a los isquiones. En un estudio, 15 ciclistas experimentados montaron bicicleta durante una hora en asientos de punta larga; unos días más tarde, montaron la misma cantidad de tiempo en asientos más amplios diseñados para poner el peso en los isquiones. En el asiento en forma de banana, el 79% dijo haber experimentado entumecimiento y al montar el asiento más ancho, esta cifra bajó a 14%.
Recientemente, los investigadores del National Institute for Occupational Safety and Health (Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional) hicieron pruebas sobre la presión perineal, la función nerviosa y el flujo sanguíneo hacia el pene a 90 policías en bicicleta residentes en cinco ciudades de Estados Unidos. Debido a las exigencias de su trabajo, pasaban un promedio de 24 horas por semana en los asientos de bicicleta de punta larga. A estos policías se les suministraron asientos con soporte de los isquiones, los cuales utilizaron exclusivamente durante los seis meses siguientes. Pruebas posteriores mostraron una disminución del 66% de la presión perineal, entumecimiento del pene sustancialmente menor y mejora en la función eréctil.
Otro problema: los ciclisitas que prefieren las manillas hacia abajo tienden a inclinar su cuerpo hacia adelante, lo cual comprime los nervios perineales y las arterias. Para mantener una buena función nerviosa y el flujo sanguíneo hacia el pene, coloca la manilla hacia arriba, lo que te permitirá sentarte en una posición más vertical. También es bueno montar de pie sobre los pedales de vez en cuando.
Hasta ahora los estudios solo se han concentrado en hombres. Sin embargo, el perineo femenino contiene arterias y nervios similares. Un estudio reciente reveló que las mujeres ciclista que utilizan asientos de punta larga y bajan las manillas de las bicicletas sufren de entumecimiento en el piso pélvico.
Hoy en día está disponible una mayor variedad de asientos de bicicleta anchos. Si pruebas uno y sufres entumecimiento después de montar bicicleta, cámbiate a otro más cómodo.

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