miércoles, 25 de noviembre de 2015

Hacer el amor

El acto de hacer el amor es un acto de generosidad, cuanta más, más placer obtendrá la pareja.
Un problema, desgraciadamente, muy frecuente es que uno de los miembros de la pareja, generalmente el hombre actúa egoístamente y se centra demasiado en sí mismo.
Algunos hombres no saben acariciar el clítoris, otros se lanzan a la búsqueda del punto G como si se tratara de un botón con el que dar un orgasmo.
Él hombre muchas veces interpreta como un deber u obligación el dar el orgasmo a la mujer  – como si fuera una forma de demostrar que le importa. Eso creo…
Hace poco publiqué un post sobre que no se trata de un objetivo el orgasmo femenino, ni se debe actuar como si un encuentro sexual fuera un partido de fútbol.
Se trata, siemplemente, de dar placer y no omitir el resto de mi cuerpo.

Los hombres debéis entender que aunque una mujer no alcance su orgasmo, el sexo le puede resultar muy gratificante si se le muestra afecto y siente que se la ama. La mujer debe sentirse deseada.

El clítoris.


Hombres recordad que es una parte muy delicada de una mujer, no apretar, y pensar siempre en ir poco a poco, y usar dedos y lengua, hay lamer/ acariciar / pellizcar suavemente un clítoris. Y sobretodo actuad según las reacciones de la mujer, si no pondríamos una máquina y no os necesitaríamos.
Tocarlo fuerte y rápido es lo peor que se puede hacer. En su lugar piensa en sutiles toques.
Este tipo de egoísmo individual masculino es muy común. Algunos hombres están tan centrados en su idea de cómo van a complacer a una mujer, que se olvidan de preguntarle o fijarse en lo que a su pareja realmente le gusta.
Se ven a sí mismos como conquistadores y buenos en la cama. Irónicamente, en su conquista,  en realidad demuestran que los hombres son realmente inherentemente egoístas.

Entonces,  ¿qué hacer cuando tu pareja está ignorando tus necesidades, y no te da lo que quieres?
  • Escúchalo
Dile a tu pareja  lo que tu quieres. Una estratégia que practican muchas mujeres es hacerle a él lo que quieres que te hagan a tí, por ejemplo si yo juego con el cabello de mi novio y acaricio la base de su nuca, lo hago porque eso probablemente es lo que quiero de él.
Así que piensa en la forma en que tu pareja te toca y te muestra afecto. Seguro que a menudo es la manera en que el quiere ser tocado y amado. Es un hecho. Esta práctica de reflejo es muy  útil. Escucha y ve  lo que hace tu pareja, especialmente cuando tu no respondes y veras que los seguirá haciendo de todos modos. El, probablemente subconscientemente, te esta diciendo que es lo que quiere.


  • Pídele lo que TU quieres
Antes de quejarte con tus amigas y/o amigos  y decirles que tan disgustada estas, pregúntate lo siguiente: ¿realmente le pediste a tu pareja lo que quieres?
Esto nos lleva al mayor error en las relaciones modernas.
Los hombres quieren oir que lo hacen muy bien en la cama, y eso les hace sentir muy bien. Ellos son incapaces de ver algunas pistas “sutiles” que les dejas, no son capaces de apreciarlas.
Las mujeres, en el otro lado del Universo, no queremos verbalizar lo que queremos, porque no quieren hacer que su pareja se sienta incómoda. Y aquí es donde comienza la mayor frustración en el dormitorio.

Así que sólo dile lo que te gusta y cómo… haz que la charla sea atractiva, divertica, y picante, no una evaluación estricta y seca - a no ser que quieras la separación-.
  • Imaginación 
Algunos hombres son increíblemente intuitivos y con experiencia. Esas son las personas con las que hay menos problemas en la cama.
Así que cuando te diga que tienen un truco o que quiere experimentar cosas nuevas, ten la mente abierta; túmbate, relájate y dale la oportunidad de demostrarlo.
Puede ser que simplemente haga volar tu mente.
 
  •  La masturbación no es una opción 
Un problema muy común en los hombres es que a pesar de tener pareja no abandonan sus hábitos onanistas viviendo en pareja, esto afecta seriamente a la calidad y cantidad de sexo en pareja.
Es necesario hablar el tema y aquí el tema de la castidad y su control es una opción.
En el blog encontrarás muchos recursos al respecto, y si no también puedes escribir a: controldecastidad@gmail.com
Nunca plantees un problema de pareja pensando en que conoces la “mejor manera” de solucionar algo.  Hay que hablar mucho del tema y ver las reacciones, ir poco a poco.
Y si finalmente os animáis a probar el control de la castidad, deja un tiempo para que los resultados hablen por sí mismos.

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