jueves, 11 de junio de 2015

Mi suegra controla mi castidad

Todo comenzó poco después de casarme con Alicia. Yo iba, casi a diario, a casa de mi suegra Teresa que estaba viuda, y mientras yo estaba en su casa me dejaban usar su ordenador, y navegar por internet y mi esposa hablaba con su madre de sus cosas, o me dejaban solo mientras ellas se iban de compras. Yo estaba en el cuarto de arriba de la casa donde tenia cierta intimidad, así que un día que estaba bastante aburrido y decidí navegar por Internet para leer relatos que me apasionaban como los referentes a dominación femenina, castidad masculina, cuernos y humillación. Visité bastantes sitios web porno, y vi algunas fotos realmente emocionantes, y leí algunos relatos interesantes sobre castidad masculina, la web que más me gustó fue controldecastidad.blogspot.com. Diariamente visitaba la página en busca de más y más información sobre la castidad masculina. Yo por aquel entonces a pesar de estar casado me pajeaba casi a diario, incluso después de hacer el amor con mi mujer, no podía parar.
Una mañana en que estaba trabajando recibí un mensaje de mi suegra que decía "puedes venir a mi casa, que tengo un problema con el ordenador". Fui enseguida, pensando que había no se aclararía con alguna chorrada, subí al cuarto de arriba donde estaba el ordenador y mi suegra Teresa, me esperaba impaciente. Ella vestía su bata de ir por casa, como de costumbre. Y me sorprendió su mirada con cierta frialdad cuando entré en la habitación y ella empezó diciéndome: "He visto el historial del navegador y he encontrado los sitios web repugnantes que has visitado con mi ordenador, es para eso que vienes aquí todos los días? Puedes estropear mi ordenador con esta basura. Has entrado en sitios web con dominatrices usando y abusando de los hombres, y en una web que controlan a los hombres su mastubación. ¿Tú te masturbas, estando casado? Yo no pude mentir y le dije que sí.
¿No sé si decírselo a Alicia? " En este momento empecé a sudar y temblar. Estaba tan avergonzado, yo no sabía qué decir ni qué hacer. Teresa gritó "¿Tu eres de esos hombres de los relatos que les gusta estar en castidad sin poder eyacular durante semanas?" Yo le respondí: "bueno, yo tenia curiosidad por estas cosas, pero es sólo una fantasía, no imagino nunca que una cosa pueda hacerse realidad. A veces fantaseo con que Alicia no me deja correr, pero no tengo pensado hacerlo realidad, y ella no va a saberlo si tu no se lo dices. A ella no le gustan estos temas de la castidad forzada, con un cinturón de castidad ni nada de eso, dice que esas cosas son de personas pervertidas ". "Ella tiene razón!" -exclamó mi suegra. "No puedo creer que tú tengas estas fantasías y menos que uses mi ordenador para leer estos relatos y masturbarte". "Por favor, no se lo digas a Alicia. Te prometo que nunca más lo volveré a hacer, ni en tu ordenador ni en ningún otro. Mis días de soñar con la castidad masculina se han acabado. Lo siento mucho, no volverá a suceder. Sólo por favor guarda esto que ha pasado entre tú y yo, -Lo siento mucho, me he equivocado. No volverá a ocurrir". Teresa se rió entre dientes. "Bueno, no sé David. Supongo que querrás saber lo que yo pienso hacer, ¿verdad?" "Claro", le dije, "nada en absoluto". Teresa me miró por un segundo en silencio. Después de una pausa embarazada, ella inclinó la cabeza y me preguntó "¿por qué querrías estar en castidad? Es que quiero parar de masturbarme y no puedo, por eso me compré un cinturón de castidad que uso a escondidas de mi mujer. Ella no sabe que lo uso con bastante frecuencia.
¡No tienes ningún respeto a mi hija, haciendo esto a escondidas! Yo le respondí "Alicia lo sabe que lo tengo, pero odia ponérmelo a mí, y controlarme, así que ella me dijo que no quería saber nada de este tema de la castidad".
"Pero, ¿por qué lo usas?" ella pregunto. "No hay nada más sexy o más satisfactorio para mí que saber que has complacido a tu mujer y verla retorciéndose alrededor de la cama del placer que le das y no poder eyacular por el cinturón de castidad". Cuando Alicia y yo tenemos sexo ella me deja que la acaricie y le dedique estimulando su vagina sin penetración, sólo cuando ella me lo pide. A veces he sentido su abdomen temblando por el orgasmo, sin siquiera haberla penetrado.
"Mira, voy a hacerte un favor y dejaré ir esto del ordenador pero quiero que esta tarde vengas aquí con tu cinturón de castidad puesto quiero verlo, a mi no me gusta que te pajees de espaldas a mi hija - Yo acepté. Pero escúchame, a partir de ahora ya no te vas a masturbar nunca más."
"Ve a casa, te lo pones sin tocarte y tienes que volver con él."
Fui a casa lo más rápido que pude y volví con el cinturón de castidad puesto, lo cerré con mi candado del que habitualmente llevo la llave en el bolsillo por si acaso. El cinturón que tenia era una el modelo más corto de jaula metálica que he encontrado en el mercado sólo mide 3 centímetros y impide totalmente cualquier erección, por pequeña que sea, y la verdad era bastante cómoda, la podía llevar incluso por la noche, aunque me costaba dormir sobre todo al amanecer, cuando eran cerca de las cinco de la mañana las fuertes erecciones me despertaban..
Al llegar mi suegra me hizo quitar el candado que yo me ponía y la sorpresa fue que ella tenía otro candado preparado, y me lo cambió sin avisar.
Ella tenía la llave y yo no podría liberarme sin su permiso.

Luego metió la mano en el bolsillo de su bata de casa y allí dejó la llave del candado, y me dejó ir con la advertencia de que nunca debo visitar en los sitios web de nuevo, ni por supuesto la web de controldecastidad.blogspot.com. Yo ansiosamente dije: "no, no, por supuesto que no. Lo siento mucho lo hice en tu ordenador estoy muy avergonzado." Teresa entonces me dijo," ya la visitaré yo por tí esa web para coger ideas, y de momento, si te aburres, mientras llega Alicia ¿me puedes limpiar los baños?".
Al llegar al baño no pude eyacular pero sentía muchas ganas, pero la jaula me impedía cualquier estímulo, y lo único que salió fue un líquido espeso y transparente.

2 comentarios:

  1. lastima no puedo comprar uno de esos, ya que en mi país no venden y me da vergüenza mandarlo a buscar a usa.

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  2. Me siento muy identificado con el relato mi suegra me pillo masturbandome un dia y me amenazó con decirselo a mi mujer.

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