Aquí empieza una serie sobre cómo practicar el control de la castidad. Sólo son algunas maneras de ir asegurandose que él no eyacula sin tu permiso que de eso se trata el control. Las ventajas que se obtienen de la práctica de la castidad, las puedes encontrar leyendo el blog.
La elección de aplicar alguna cosa de lo que aquí se explica ya depende de cada pareja. La variedad es lo más eficaz y divertido, ya que le mantiene adivinando constantemente cuando le vas a permitir eyacular.
1. ADVERTENCIA Y CASTIGO.
Esto implica recordar a tu marido que eres consciente de su deseo de poner fin a su hábito de masturbarse y le adviertes que no lo vas tolerar. Prohibirle masturbarse y advertirle que lo vas a castigar por hacerlo sin tu consentimiento.
Es una forma para conseguir llegar a un acuerdo en que él te confesará cualquier momento que se masturbe sin eyaculación. También debe saber que no puede intentar practicar la masturbación a tus espaldas, pues vas a realizar comprobaciones periódicas o aleatorias. Consigue que te diga dónde y cuando por lo general se masturba, para tratar de cortar esos momentos en que lo hace. (Como siempre, recabar información y extrer compromisos y promesas son la mejor manera de hacerlo mientras tú le estás acariciando su pene, haciendo una pausa en la jalada o haciendola tan intensa como a él le gustaría. Para muchos hombres la ducha diaria es el momento más probable [para la masturbación] porque es el más oportuno; están solos y desnudos. Cuando haya descubierto cuando él está en mayor riesgo, hay que establecer una rutina de comprobación. Si se trata de la ducha, por ejemplo, adquirir el hábito de estar presente en el baño cuando él se duche, o pedirle después de salir de la ducha que se presente con una una erección o simplemente le tocas suavemente para comprobar si puedes obtener una. Si han pasado 24 horas o más desde su última eyaculación (y él no tiene ningún problema médico), este proceso no debería tomar más de un 15 a 30 segundos. Si no es capaz de producir una erección, le tienes que programar un castigo por no tener erección. No castigarlo por ninguna otra cosa, se debe castigar este comportamiento. En muchas relaciones este es el único comportamiento que precipita un severo castigo. Es importante que él sea castigado porque su dependencia sexual en usted es la base de su poder sobre sus otros comportamientos y es la base para sus otras mejoras de actitud y comportamiento. También es el comportamiento más fácil castigar porque es la más vergonzosa. Todos los hombres sienten vergüenza en torno a este aspecto de su vida. Él no quiere que otras personas lo sepan y usted ni siquiera tiene que amenazar con decirle a nadie esto. Es por esta falta debe tener un castigo proporcionado en cuanto a severidad y a humillación. Incluso después de un año de esto, mi marido aún se masturbaba un promedio de 1 a 2 veces al mes (una gran mejora sobre los 2-3 veces por semana, pero aún insatisfactorio). Una vez que he aumentado el aspecto humillante del castigo ejecutándolo delante de una o dos de mis amigas, sus episodios de la masturbación no autorizado se redujeron a una vez o dos veces al año ...
La elección de aplicar alguna cosa de lo que aquí se explica ya depende de cada pareja. La variedad es lo más eficaz y divertido, ya que le mantiene adivinando constantemente cuando le vas a permitir eyacular.
1. ADVERTENCIA Y CASTIGO.
Esto implica recordar a tu marido que eres consciente de su deseo de poner fin a su hábito de masturbarse y le adviertes que no lo vas tolerar. Prohibirle masturbarse y advertirle que lo vas a castigar por hacerlo sin tu consentimiento.
Es una forma para conseguir llegar a un acuerdo en que él te confesará cualquier momento que se masturbe sin eyaculación. También debe saber que no puede intentar practicar la masturbación a tus espaldas, pues vas a realizar comprobaciones periódicas o aleatorias. Consigue que te diga dónde y cuando por lo general se masturba, para tratar de cortar esos momentos en que lo hace. (Como siempre, recabar información y extrer compromisos y promesas son la mejor manera de hacerlo mientras tú le estás acariciando su pene, haciendo una pausa en la jalada o haciendola tan intensa como a él le gustaría. Para muchos hombres la ducha diaria es el momento más probable [para la masturbación] porque es el más oportuno; están solos y desnudos. Cuando haya descubierto cuando él está en mayor riesgo, hay que establecer una rutina de comprobación. Si se trata de la ducha, por ejemplo, adquirir el hábito de estar presente en el baño cuando él se duche, o pedirle después de salir de la ducha que se presente con una una erección o simplemente le tocas suavemente para comprobar si puedes obtener una. Si han pasado 24 horas o más desde su última eyaculación (y él no tiene ningún problema médico), este proceso no debería tomar más de un 15 a 30 segundos. Si no es capaz de producir una erección, le tienes que programar un castigo por no tener erección. No castigarlo por ninguna otra cosa, se debe castigar este comportamiento. En muchas relaciones este es el único comportamiento que precipita un severo castigo. Es importante que él sea castigado porque su dependencia sexual en usted es la base de su poder sobre sus otros comportamientos y es la base para sus otras mejoras de actitud y comportamiento. También es el comportamiento más fácil castigar porque es la más vergonzosa. Todos los hombres sienten vergüenza en torno a este aspecto de su vida. Él no quiere que otras personas lo sepan y usted ni siquiera tiene que amenazar con decirle a nadie esto. Es por esta falta debe tener un castigo proporcionado en cuanto a severidad y a humillación. Incluso después de un año de esto, mi marido aún se masturbaba un promedio de 1 a 2 veces al mes (una gran mejora sobre los 2-3 veces por semana, pero aún insatisfactorio). Una vez que he aumentado el aspecto humillante del castigo ejecutándolo delante de una o dos de mis amigas, sus episodios de la masturbación no autorizado se redujeron a una vez o dos veces al año ...
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