Ha sido un largo fin de semana largo y la Sra. Alicia ahora ya está de vuelta en su trabajo. Me ha encargado que os haga una explicación de nuestra rutina de la mayoría de los fines de semana y este fin de semana no fue una excepción. Ya sabéis que no siempre tiene fácil encontrarse con el señor Juan.
Nuestra rutina comienza los jueves por la noche en que se revisa mi hoja de faltas e incorrecciones que he tenido a lo largo de la semana, y recibo los castigos pendientes, que según mi Señora considere apropiado. A veces mi Señora retrasa algún castigo hasta que su novio nos visite, ya sea para que ella me castigue ante él, o para que yo le pida humildemente que sea él el que administre mi corrección.
Este pasado jueves, la señora Alicia amablemente decidió castigarme por todos mis fallos de la última semana. Después de los castigos, recibí instrucciones sobre lo que mi Señora tenía planeado para el fin de semana y lo que se requerirá para mí. En este caso, el novio de la señora Alicia no podrá venir este fin de semana, pero igualmente se me exige estar en mi papel de empleada de hogar, la mayor parte del tiempo. El viernes es un día de trabajo normal para mí, pero cuando termino y llego a casa, intento cambiar y asegurarme de que todo esté preparado para cuando llegue mi Señora - las camas hechas, poner la lavadora, barrer y demás, y me aseguro de tenerlo todo preparado para cuando llegue y preparar la cena. Lo primero que hago es ponerme mi uniforme de trabajo antes de que mi señora Alicia regrese. Le preparo su bolsa para el gimnasio. Ella llega, se cambia y marcha enseguida al gimnasio. Yo mientras permanezco en casa como una empleada. El sábado tengo que cumplir con los deberes con mi esposa, además de preparar el desayuno. Luego voy a la tienda de comestibles a hacer la compra, evidentemente no voy vestido de criada, sino en ropa masculina. Las compras las hago con la tarjeta mi señora. Una vez que regreso, vuelvo a ponerme mi uniforme y continuo con las tareas. A veces tengo que acompañar a la cafetería a mi Señora, es ella la que me lo indica, otras hago de chófer y la llevo hasta la zona de tiendas, y espero a su mensaje de ir a recogerla. A su regreso, vuelvo a cambiarme a un uniforme de servicio. Ya os iré contando más…..
Nuestra rutina comienza los jueves por la noche en que se revisa mi hoja de faltas e incorrecciones que he tenido a lo largo de la semana, y recibo los castigos pendientes, que según mi Señora considere apropiado. A veces mi Señora retrasa algún castigo hasta que su novio nos visite, ya sea para que ella me castigue ante él, o para que yo le pida humildemente que sea él el que administre mi corrección.
Este pasado jueves, la señora Alicia amablemente decidió castigarme por todos mis fallos de la última semana. Después de los castigos, recibí instrucciones sobre lo que mi Señora tenía planeado para el fin de semana y lo que se requerirá para mí. En este caso, el novio de la señora Alicia no podrá venir este fin de semana, pero igualmente se me exige estar en mi papel de empleada de hogar, la mayor parte del tiempo. El viernes es un día de trabajo normal para mí, pero cuando termino y llego a casa, intento cambiar y asegurarme de que todo esté preparado para cuando llegue mi Señora - las camas hechas, poner la lavadora, barrer y demás, y me aseguro de tenerlo todo preparado para cuando llegue y preparar la cena. Lo primero que hago es ponerme mi uniforme de trabajo antes de que mi señora Alicia regrese. Le preparo su bolsa para el gimnasio. Ella llega, se cambia y marcha enseguida al gimnasio. Yo mientras permanezco en casa como una empleada. El sábado tengo que cumplir con los deberes con mi esposa, además de preparar el desayuno. Luego voy a la tienda de comestibles a hacer la compra, evidentemente no voy vestido de criada, sino en ropa masculina. Las compras las hago con la tarjeta mi señora. Una vez que regreso, vuelvo a ponerme mi uniforme y continuo con las tareas. A veces tengo que acompañar a la cafetería a mi Señora, es ella la que me lo indica, otras hago de chófer y la llevo hasta la zona de tiendas, y espero a su mensaje de ir a recogerla. A su regreso, vuelvo a cambiarme a un uniforme de servicio. Ya os iré contando más…..
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