Esa sensación que invade el cuerpo del sumiso al escuchar el cerrojo de la jaula ya en su lugar,, ajustando pene y testiculos a su mínima expresión, y saber que solo la dueña te dejara ver tu pene nuevamente libre, es demasiado excitante. Fabulosa
Esa sensación que invade el cuerpo del sumiso al escuchar el cerrojo de la jaula ya en su lugar,, ajustando pene y testiculos a su mínima expresión, y saber que solo la dueña te dejara ver tu pene nuevamente libre, es demasiado excitante. Fabulosa
ResponderEliminar