Aunque el de policarbonato si se coge la anilla adecuada y
el pasador que más se ajuste, pero sin apretar demasiado, es imposible
escaparse de el sin llave, pero al ser de plástico y los pasadores de nailon es
fácil romperlo en caso de perder las llaves o de necesidad, este cinturón de
castidad te da la sensación de impotencia por no poder ni tocártela cuando
quieras pero en el fondo siempre tienes la tranquilidad que en un apuro puedes
romperlo. El de acero en el momento en que cierras el candado estás a merced de
la dueña de las llaves, ya puedes tener las ganas o necesidad de quitártelo que
por mucha que sea, si el ama de llaves
no te lo permite estas jodido, no hay forma de quitarlo y con la particularidad
de que el agujero para el candado es de mayor diámetro y se puede poner un
candado más grande, solución ir a un cerrajero o cortarlo con una radial y esto
último me pone los pelos de punta.
También hay una diferencia en cuanto a peso, pues el de
policarbonato prácticamente no pesa nada y es cómodo de llevar, en cambio el de
acero pesa bastante más por lo que es algo más incómodo y problemático con las
alarmas, no te lo puedes quitar y dejar en la taquilla como las llaves de casa.
Para llevarlo por un periodo largo de tiempo yo recomiendo
el de plástico, incluso no se llega a notar en algunos momentos, aunque
mentalmente siempre está presente.
Hay otros modelos metálicos que pienso que son más fáciles
de llevar que este que me he comprado yo, como me había comprado el de
policarbonato y es muy cómodo pensé que el de acero sería similar, pero no es
tan cómodo aunque se puede llevar sin grandes problemas.Si os interesa el metálico no todos son igual. En general són de acero inoxidable, pero no todo el acero es igua.
Existen varios tipos:
El acero inoxidable de grado 304, que es el acero inoxidable estándard, digamos que no es inalterable.
El acero de grado 316L (un acero austenítico bajo en carbono), también conocido como acero quirúrgico, tiene mayor resistencia a la corrosión causada por la presencia de cloruro, que aparece con el sudor. Aunque estos últimos son más caros y son adecuados si se van a usar por largos períodos. Los de acero 304, -el barato para entendernos- a pesar de ser inoxidable, se oxidará más pronto o más tarde, y cuando aparece la corrosión hay que tirarlo.
Es importante en los de acero además del tipo de acero el acabado. Lo lisa que está la superfície puede hacer que un cinturón sea incómodo o cómodo de llevar.
Hay otros metales empleados además del acero como el titanio, son muy resistente a la corrosión y más ligeros, pero el precio es más alto.
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