Estaba estresada por mi trabajo y por las tareas de casa. Tenía que contratar a una chica para que me ayudara en casa, pero quería alguién de confianza para meter dentro de casa y no me decidía. Cuando leí la serie de "Las buenas esposas no hacen las tareas domésticas" en vuestro blog me decidí a dar el paso. Desde que tengo a mi marido en castidad ya no las hago, y además él, sorprendentemente, disfruta haciéndolas. Es su trabajo. Sin duda no fue tan mala idea.
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