sábado, 5 de marzo de 2016

Elementos de la dominación femenina

Todo se resume en la sencilla frase de mano dura en guante de seda.
La práctica de la dominación femenina son tan amplias y variadas, que incluso hay quien niega que practique nada relacionado con el femdom, mientras si quiere ser la señora o la ama de la casa.
Los elementos más significativos van desde la sumisión, la humillación, bondage, sometimiento, adoración, el control del orgasmo…
Lo mejor del femdom son sus posibilidades de cambio, sin necesidad alguna de que exista una “sesión” igual a otra.
Las sesiones han de ser total y absolutamente satisfactorias para el Ama, y para que así el sumiso, se entregue más a los deseos de su Ama, y lo más importante, ninguna pareja de sumiso y “Ama” realiza los mismos tipos de sesión.
El Femdom no se tiene que ver como algo enfermizo y nocivo, donde predomina el dolor físico o la violencia. Esta práctica va más allá y se produce en la pareja es una mejora de la confianza mutua, evidentemente se tiene que practicar con parejas estables y consolidadas en el tiempo, pues el hombre tiene que confiar lo suficiente como para volverse totalmente vulnerable.
Por ello y para evitar problemas, ten claro siempre las nociones “sano, seguro y consensuado”.
El rol de Ama se ejerce no sólo durante las prácticas sexuales es un estilo de vida y va más allá donde los dos miembros de la pareja comparten otros ámbitos de la vida, y este trato se puede generalizar a todos los aspectos de la relación.
La señora tiene el control absoluto del cuerpo y de la voluntad de su pareja, que se someterá a sus deseos. Para algunos este trato puede resultar desagradable, muy humillante y nada erótico, pero los que toman voluntariamente este estilo de vida, sienten que es una práctica realmente gratificante que los hace disfrutar y ser felices. Este tipo de juego normalmente se va descubriendo poco a poco a lo largo de la vida de la pareja por ambos, y muchas veces se hace de forma tácita, y siempre manteniendo el respeto y los deseos de cada uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario